Lionel Messi llegó hace unas semanas a Miami y por alguna razón se le ve más libre y más feliz, y que importante es esto
Te despiertas un día de la semana como cualquier otro, te quitas la pereza y te preparas para tu día. Tus hijos se empiezan a levantar uno por uno a esperar el desayuno. Están de vacaciones y no tienen ninguna preocupación además de ir a la piscina, jugar fútbol y entretenerse con cualquier otra actividad. Te tomas todo el tiempo del mundo, no hay prisa y te diriges a tu trabajo como cualquier otro día. Cuando llegas todos te esperan con una sonrisa y con una disposición a aprender de ti porque saben que eres el mejor entre todos ellos. No existe ambiente de competitividad tóxica dentro de tu trabajo que te genere un estrés adicional y no te sientes incómodo. En ese momento solo te dedicas a lo que te llevas dedicando durante los últimos 20 años. Pero ahora te sientes más liviano, fuera del huracán y puedes ser más tú mismo.
Son las seis y media de la tarde y es aquí cuando te toca dar lo máximo para generar resultados a favor de los tuyos. Tu mujer y tus hijos están ahí para verte y admirarte, así como aquel padre sentado en la última fila de la grada, que ahorró durante el último mes y que apenas pudo conseguir la cantidad de dinero exacta para poder llevar a su hijo a ver un partido del equipo de la ciudad, pero que en realidad está ahí para verte a ti. No sientes la presión a la que has estado acostumbrado durante los últimos 20 años de tu vida y empiezas a caer en cuenta que eso será lo que sentirás durante el tiempo en el que estés trabajando en esa ciudad, es en ese momento en el que te vuelves a sentir libre y sabes que tomaste la decisión correcta.
Eres consciente que todavía te quedaba talento y nivel para poder seguir rindiendo al máximo nivel pero ya sentías que habías cumplido tu propósito. Es por eso que decides irte a un lugar en el que todavía puedas dedicarte a lo que más te gusta pero sin ser presionado por los periodistas que no han pateado un balón desde que se graduaron del colegio ni por los “aficionados de bar” que nunca tuvieron a una figura como tú en su equipo. Es por eso que a pesar de que amantes del deporte como nosotros te hubiéramos querido seguir viendo competir al máximo nivel, admitimos que tomaste la decisión correcta, porque qué importante es volverse a sentir libre.