El centrocampista italiano, que actualmente milita en la liga qatarí, se ofrece como posible solución ante los problemas en el mediocentro
Tras una temporada con altibajos en el centro del campo, el FC Barcelona continúa su búsqueda de refuerzos para la próxima temporada. Entre los nombres que resuenan con fuerza, Marco Verratti emerge nuevamente como una opción para fortalecer el equipo. El jugador, que en un pasado estuvo muy cerca del club catalán, ahora se presenta como una posibilidad real tras su paso por el Al-Arabi en la liga de Qatar.
Verratti, de 31 años, llegó al fútbol qatarí el verano pasado, pero su deseo de regresar a Europa es evidente. No solo su talento, sino también su experiencia en equipos de alto calibre como el PSG, lo perfilan como una opción para ocupar el rol de pivote en un Barça que necesita solidez en esa zona. Marco no oculta su anhelo de volver a competir al máximo nivel europeo.
El nivel competitivo y salario juegan en su contra
Su experiencia y calidad son indiscutibles. Sin embargo, el club debe sopesar si su tiempo en Qatar ha afectado su nivel competitivo, una preocupación evidente dada la exigencia de LaLiga. Además, Verratti tendría que garantizar una reducción significativa de su salario para facilitar un posible traspaso al Barça, que, debido a su situación financiera, no puede permitirse lujos. Cualquier fichaje debe ajustarse a la nueva escala salarial, complicando así todas las negociaciones.
Uno más en la lista
El Barça, por su parte, se enfrenta a un dilema financiero y deportivo. Aunque el italiano fue un objetivo en el verano de 2017, las circunstancias han cambiado, ya que la dirección deportiva del club debe evaluar las opciones con cautela. Joshua Kimmich y Martin Zubimendi son más del agrado del club, lo que sitúa a Verratti en un segundo plano.
El mercado de verano se presenta como una etapa clave para el FC Barcelona en su intento por volver a lo más alto del fútbol europeo. La posible llegada de Verratti es una historia a seguir, marcada tanto por la nostalgia de lo que pudo haber sido en 2017 como por la realidad de un futuro que aún está por definirse.