Desde la llegada del nuevo técnico, el equipo ha jugado mejor y está sacando buenos resultados como para al menos mantenerse en play-off
El pasado 30 de junio el Girona anunciaba, a falta de 6 jornadas para el final de la competición liguera, la contratación de un nuevo entrenador, Francisco Rodríguez. El almeriense llegaba al club tras la destitución de Pep Lluís Martí del banquillo del equipo rojiblanco.
Directiva y afición depositaron mucha confianza en él, por lo que en el partido de debut contra el Zaragoza, Francisco no falló. El conjunto gerundense salió con pilas renovadas, a plantar cara a los maños desde el minuto 1, cosa que no sucedió en ninguno de los anteriores partidos. Al final, el partido se decantó por un Girona que venció gracias a un penalti transformado por Stuani, pero la actitud y la forma de jugar habían cambiado.
Pequeño cambio en el resultado
En la siguiente jornada tuvieron que enfrentarse al Sporting. Un Girona sin demasiados cambios en el once saltó al césped con actitud. El equipo ‘sportinguista’ se encerró en su campo a la espera de un contraataque y el Girona, con paciencia, tocó y tocó para intentar abrir la muralla defensiva del rival. Ambos tuvieron ocasiones de gol pero el equipo de Francisco fue el que llevó la iniciativa del partido y el que fue superior al otro en todo momento, pese a que el partido acabara sin cambios en el marcador. Lo que sí se vio modificado, fue, de nuevo la actitud.
En el último disputado hasta la fecha, ante el Almería en Montilivi, el equipo mostró la misma personalidad que en los dos anteriores choques. Plantó cara a otro rival directo y le robó el balón durante casi todo el partido. Los metros finales se le complicaban a los locales, mientras que el cuadro andaluz amenazaba con salir a la contra con Darwin Núñez como gran amenaza. A falta de un cuarto de hora para el cierre de los noventa, el fútbol le sonrió al equipo catalán. Penalti sobre Valery que transformaba Stuani con creces, como siempre. Finalizaba el partido y ya era la segunda victoria en tres partidos para Francisco. Cambio de entrenador, cambio de actitud, cambio en los resultados, así de simple.