Un breve conflicto entre El Salvador y Honduras que tuvo al fútbol de por medio, pero que provocó muchas muertes y dejó graves heridas en ambos países
Los protagonistas de esta curiosa historia son dos países vecinos de Centroamérica. El Salvador y Honduras se enfrentaron en un conflicto de cuatro días, conocido como la Guerra del Fútbol o la Guerra de las 100 horas. Un tema político ajeno al fútbol fue el origen de unos duros días de tensión, con graves consecuencias. Pese a todo, mucha gente aún cree que el fútbol fue el principal motivo de todas esas muertes.
Todo empezó en los años 20. Un éxodo masivo de salvadoreños hacia Honduras en busca de trabajo en las tierras de cultivos. Cabe destacar que en ambos países, había una economía que se basaba en la obtención de materia prima, por lo que el sector primario, es decir, el de la agricultura era el que más peso tenia. A eso hay que sumarle que en El Salvador las tierras estaban en manos de los grandes propietarios. Por lo tanto, la mayoría de campesinos no tenían terrenos propios y debían trabajar como jornaleros.
Por ese motivo el gobierno de El Salvador recomendó a muchos emigrar a Honduras. País curiosamente mucho más grande, pero con menos habitantes y que demandaba mano de obra. Eso alivió a la economía salvadoreña, además evitando la repartición de territorios. En total fueron casi 300.000 jornaleros de El Salvador viviendo en Honduras. El problema llegó en 1969. En Honduras los campesinos pobres empezaron a presionar al gobierno para que emprendiera una medida y repartir las tierras, las cuales también estaban en manos de unos pocos con dinero.
Pero en vez de hacer lo que se pedía, el presidente Oswaldo López realizó una reforma agraria sin que los grandes propietarios de tierras se vieran afectados. Así sería como expropiarían terrenos a esos salvadoreños que años atrás habían llegado al país para empezar una nueva vida. Poco a poco empezó una persecución de salvadoreños promovida por La Mancha Brava, una organización para militar que cometió atrocidades. El Salvador vivió un regreso masivo de habitantes, y eso encendió la llama que iniciaba la Guerra.
Gobiernos y prensa incitaron al patriotismo y al odio entre los dos países, y debido a que desde Honduras no se tomaban medidas contra La Mancha Brava, desde El Salvador actuaron por su cuenta invadiendo a sus vecinos. A todo esto, muchos os preguntaréis que pinta el fútbol en medio de este conflicto que apenas duró debido a que la OEA (Organización de Estados Americanos) intervino. Pues resulta que esos días previos al inicio del conflicto, ambos países se estaban jugando la clasificación para el Mundial del 1970. Nunca habían clasificado a un Mundial por lo que eran unos enfrentamientos muy importantes.
Si la Guerra se inició el 14 de julio, el 8 de junio se disputó el partido de ida en Tegucigalpa, que terminó en victoria local por 1-0, es decir de Honduras. Aun así en el partido de vuelta fue El Salvador el equipo que venció con un 3-0. Pese a eso, aún no existía el tema del global de goles, por lo que daba igual por cuantos goles se ganaba. En el partido de desempate logró ganar El Salvador por 3-2. Un gol en la prórroga de Mauricio “Pipo” Rodríguez daba el triunfo, que quedaría para el recuerdo del país.
Durante estos partidos, la tensión política y social entre ambos países se acentuó muchísimo, por eso muchos piensan que el fútbol fue una de las principales causas. De hecho fue todo lo contrario, la violencia perjudicó a los aficionados que viajaban a su país vecino. Hubo persecuciones de todo tipo, e incluso los gobiernos utilizaron a este deporte para alejar los focos de su pasividad ante la presión que recibían por parte del pueblo. Eso sin pretenderlo, el fútbol provocó que la población aumentara su odio ya que eran fechas importantes y que podían pasar a la historia.
Conflicto que aún perduró, ya que tuvo muchas consecuencias. Más de 6000 muertes documentadas y una posterior guerra civil en El Salvador, país tocado que no pudo hacer frente a su crisis económica. En cuanto al fútbol salvadoreño fueron unos años buenos. Pese a quedar últimos de su grupo sin ningún punto, lograrían volver a clasificar en el Mundial de 1982 en España. Quedarían otra vez en última posición, pero los aficionados disfrutaron de su estrella, el Mágico González, mítico del Cádiz.
Como conclusión, un ejemplo más de como el fútbol interviene en la sociedad. En esta supuesta Guerra del Fútbol sin quererlo también estuvo relacionado. Queda reflejado que aunque los años pasen, el mundo evoluciona poco a poco, y los intereses políticos no han cambiado. El poder es lo único que importa, y por culpa de eso quienes salen perjudicados son todas las personas que se buscan la vida para pagarse el pan. Son los verdaderos héroes, y nos muestran lo importante que es la historia para no caer en los mismos errores.