Ya es oficial, el Real Zaragoza ha llegado a un acuerdo para la rescisión del contrato del jugador Shinji Kagawa
Lo que era un secreto a voces ya es oficial. El Real Zaragoza, con un breve comunicado, ha oficializado la marcha de Shinji Kagawa. El jugador japonés, al que le restaba un año de contrato, no jugará más con el Real Zaragoza. Su condición de extracomunitario, su alto salario y el no encajar en los panes de Baraja, han hecho que su salida sea antes de lo previsto.
El acuerdo de rescisión de su contrato ha llegado de forma amistosa. El Real Zaragoza tendrá que pagarle la diferencia entre lo que vaya a percibir de salario en su nuevo equipo y los 600.000€ que hubiese cobrado en la temporada 2020-21 en Zaragoza.
Una salida que no ha gustado nada
La marcha de Kagawa no ha sentado nada bien entre la afición zaragocista. Tras dejar muy buenas sensaciones en el último tramo de temporada, y tras las salidas de Puado, Soro, Suárez, Burgui y Aléx Blanco, la zona ofensiva quedaba bastante descubierta, por lo que un Kagawa adaptado y en un buen estado de forma se antojaba clave.
Sin embargo, ni Baraja, ni la dirección deportiva, ni la directiva lo han entendido así. Para ellos, ha sido casi más un estorbo que otra cosa. Su plaza de extracomunitario y su alto salario (el jugador estaba dispuesto a bajárselo), han sido la excusa perfecta para agilizar su marcha.
Un rendimiento por debajo de lo esperado
También hay que señalar que la temporada del jugador japonés ha estado por debajo de lo que se esperaba.
Tras firmar unos buenos números en el Besiktas, todos esperaban unos números parecidos o incluso mejorados. Nada más lejos de la realidad, sus números han sido bastante pobres. Sólo 4 goles y 1 asistencia en 36 partidos. Pese a sus números, había dejado buenas sensaciones en el tramo final de temporada.
Así finaliza la etapa de Shinji Kagawa en el Real Zaragoza. Un jugador que se rebajó su salario un 80% para venir a Zaragoza, que llevó a su presentación a 8.000 zaragocistas y que volvió a ilusionar a toda una afición. Ahora, el club lo echa de malas maneras, sin ni siquiera darle una oportunidad en pretemporada. Con esto, sólo demuestran que cualquier jugador que venga de fuera es más zaragocista que los propios dueños del club.