El fichaje más caro de la historia del Real Valladolid aún no ha tenido oportunidades suficientes como para demostrar lo que vale, y deberá reivindicarse con goles si quiere asegurarse la titularidad en el equipo
El Real Valladolid llevaba dos temporadas con un claro problema en la parcela ofensiva. Para ello, este verano se desembolsaron cuatro millones de euros en Shon Weissman, el fichaje más caro de la historia del club. Proveniente del Wolfsberger austriaco, marcó 37 goles la pasada campaña. Todos estos datos deberían despejar toda duda de que tiene que ser el delantero titular en el esquema de Sergio González. Sin embargo, por una o por otra razón, solo lo ha sido en una ocasión.
En la primera jornada, el israelí jugó los últimos 11 minutos de partido ante la Real Sociedad. No tuvo tiempo para mucho, pero podía entenderse que jugase poco, ya que venía de jugar con su selección y no había entrenado mucho con sus compañeros. En la segunda jornada tampoco pudimos verle en el once titular, aunque salió a jugar en el descanso. El equipo perdía 2-0 contra el Betis, y el jugador dio más claridad en ataque al Pucela, aunque, una vez más, sin éxito.
Por si fuera poco, en la tercera jornada no pudo ir ni convocado, ya que el día de partido coincidió con una festividad religiosa que le impidió, entre otras cosas, ayudar a sus compañeros ese día. Su oportunidad llegaría ante el Real Madrid. Fue titular, aunque no terminó el partido, pero tuvo una buena actuación que muy cerca estuvo de rematar con un gol. Finalmente, volvió a ser suplente contra el Eibar, y tampoco pudo aprovechar los 25 minutos que tuvo.
En total ha jugado 154 minutos repartidos en cuatro partidos esta temporada, lo que equivale a menos de dos partidos completos. No suma ningún gol ni asistencia, pero aún es pronto para juzgar. La idea es empezar a verle como delantero titular habitual, que se pueda quitar la presión de meter el primer gol y que, a partir de ahí, aporte todo lo que puede aportar al equipo, logrando el objetivo de la salvación un año más.
El equipo se encuentra último en la clasificación, y el partido ante el Huesca, un recién ascendido, puede ser clave para levantar cabeza. Aún está por ver qué decide Sergio, cada vez más criticado, que deberá ver cómo resolver el problema goleador de su equipo. Un equipo con problemas que ve con miedo la posibilidad de descolgarse del resto de equipos en la clasificación.