La selección española se recuperó de su mala racha a lo grande con una goleada histórica a Alemania
España se clasificó a la fase final de la Liga de Naciones por primera vez en su historia por la puerta grande. Los de Luis Enrique dependían de sí mismos para clasificarse pero solo valía ganar. No solo ganaron, sino que golearon a una selección alemana que no tuvo ninguna oportunidad. La falta de pegada que arrastraba el combinado nacional se solucionó, al menos, en la noche de hoy. Marcaron Morata, Rodri, Oyarzábal y Ferrán por partida triple.
España empezó el partido con una marcha más que los alemanes pero pronto se equilibró la balanza en cuanto a posesiones y a aproximaciones al área. El encuentro comenzó con preocupación para los nuestros. Antes del minuto 10 Canales se marchó por una lesión muscular. Le sustituyó Fabián, asistente de dos de los seis goles que encajaron los de Joachim Low. El respeto entre ambas selecciones imperaba en el Estadio de la Cartuja en los primeros compases.
Solo se desatascó el encuentro desde el saque de esquina. Morata lo había intentado con varios tiros lejanos que no encontraron portería y el premio del gol llegó de cabeza tras un córner botado por Fabián. Cabezazo inapelable en el segundo palo imposible de parar para Neuer. El tanto de España sentó como un jarro de agua para los alemanes. Los nuestros presionaban y atacaban hasta que llegó un segundo gol de Morata que se anuló por un fuera de juego inexistente.
Los ataques de España llegaban sobre todo por la derecha. Ferrán le ganaba la espalda una y otra vez a Philipp Max pero al principio no lograba transformar una vez dentro del área. De sus botas y desde la derecha salió esa asistencia del gol anulado a Morata. El caso es que la selección no solía internarse por la izquierda porque quien ocupaba esa posición era Dani Olmo y el del Leipzig es más mediapunta que extremo. Sin embargo, el segundo tanto llegaría precisamente por el costado izquierdo. Con su condición de jugador más centrado, Olmo remató de cabeza un centro de Gayá, el balón golpeó en el larguero y Ferrán, esta vez sí, finalizaba de volea la jugada del 2-0.
El festival español de la primera mitad se culminó con el gol de Rodri. Un córner sacado por Koke le sirvió al jugador del Manchester City para poner el tercero de cabeza. No todo fue alegría para los nuestros, pues al filo del descanso Sergio Ramos se retiró del terreno de juego por problemas musculares. Entró Eric García en su lugar
España siguió con la tónica general en la segunda mitad. Nada más empezar, Neuer despejó un mano a mano de Dani Olmo que habría supuesto el cuarto. El robo del jugador del Leipzig a Koch en esa misma jugada fue un resumen del partido de Alemania. Sin intensidad, sin ideas e impasible ante el dominio español.
La selección jugaba cada vez con más calma y tranquilidad mientras Alemania aplicaba una tímida presión. Parecía que los hombres de Low estaban desfondados en el minuto 50. Antes de la hora de juego, Ferrán firmaría su segundo gol de la noche a puerta vacía tras un regalo de Gayá. El lateral izquierdo del Valencia se internó en campo alemán sin oposición y se plantó en el área en un sprint. La selección alemana no era capaz de contestar y España arrasaba sin piedad.
La manita se asomaba en la Cartuja mientras la selección atacaba sin parar. Koke estaba dando un recital en la mediapunta y los alemanes estaban ya desbordados. Llegaría el quinto que pondría la guinda a una de las noches más especiales de Ferrán Torres. El jugador del Manchester City firmó su hat trick justo antes de ser sustituido. Fabián dio otra asistencia de fantasía para que el extremo diestro definiera al palo largo con el interior de su bota derecha.
Alemania tiró de orgullo para intentar maquillar el resultado y poco le faltó a Gnabry para marcar con un disparo lejano, pero el balón golpeó en el larguero. España se gustaba y movía el balón con la tranquilidad que te da ir ganando 5-0. El sexto coronó un partido memorable. Gayá se internó en el área rival y Oyarzabal, que había salido del banquillo, se unió a la fiesta marcando el último tanto de la noche.