El polivalente jugador del Athletic atraviesa uno de sus momentos más complicados en la que podría ser su última temporada en el club
No son buenos tiempos para el actual segundo capitán del Athletic Club. Azotado cruelmente por las lesiones en los últimos años, el jugador alavés ha visto cómo su rol en la cancha se ha visto reducido, viéndose obligado a aceptar su papel como suplente en la que podría ser su última temporada como rojiblanco. Y es que, su vinculación con el equipo vizcaíno expira este próximo 30 de junio. En un principio, tanto la directiva, con Alkorta a la cabeza, como el propio laguardiense estarían dispuestos a sentarse y negociar. Eso sí, con la condición explícita por parte del jugador de que una ampliación de su estancia podría serle útil al colectivo.
Lesión tras lesión
El de Laguardia ha sido por desgracia uno de los pacientes más habituales de la enfermería rojiblanca en los últimos años. En las últimas tres temporadas, han sido 352 los días en los que su físico no le han permitido siquiera luchar por un puesto en el equipo. Especialmente, este injusto devenir del destino se cebó con él durante la pasada temporada. Sus reincidentes problemas musculares lo mantuvieron fuera de combate durante gran parte de la pasada temporada, quedando lejos de poder vivir de primera mano noches mágicas como las de cada ronda copera. Durante este bache, también ha tenido que aceptar la irrupción de Ander Capa en un puesto que llevó su nombre escrito desde que Iraola puso rumbo a New York.
Por lo pronto, esta temporada su primer gran mazazo le ha venido a razón del coronavirus. El pasado 7 de noviembre se dio a conocer su positivo en el virus. Desde aquí, esperamos que su recuperación sea la mejor posible y, siguiendo el protocolo, el próximo día 22 pueda volver a la acción, dejando así atrás tanto la enfermedad como los problemas de su tobillo izquierdo, el cual le ha traído por el camino de la amargura últimamente.
Con De Marcos disponible, Garitano se vería con un amplio abanico de opciones tanto para rotar o incluso probar nuevos dibujos tácticos. Hablamos de un jugador que en su mejor nivel es capaz de marcar la diferencia en el carril diestro (tanto de lateral como de extremo), o incluso ser determinante como centrocampista de perfil más ofensivo. Tal y como dejó patente años atrás, cuenta con un gran habilidad para decidir en el carril interno. Característica que ha echado mucho de menos el Athletic últimamente.
Una trayectoria envidiable
La trayectoria de Óscar De Marcos en el equipo bilbaíno ha dejado muchos más adeptos que enemigos entre la hinchada de La Catedral. Un prototipo de futbolista totalmente opuesto a los cánones del actual, alejado de las redes sociales, pero con una gran conciencia de trabajo y empatía con los más desfavorecidos. Después de un debut soñado allá por el 2009, anotando al FC Barcelona en la Supercopa de España, durante sus once temporadas (sin contar la actual) como león el suyo ha sido un rendimiento casi intachable, siendo pieza fundamental tanto en el centro del campo de Marcelo Bielsa como en el carril derecho para Ernesto Valverde.
Fuente: Twitter @Athletic_es
Un futbolista diferente al que su polivalencia le llevó a conquistar el corazón de varios equipos de prestigio europeo. Sin embargo, él siempre escogió la opción de continuar defendiendo los intereses del Athletic. Ahora, en el que posiblemente es su momento más complicado desde que llegó procedente del Deportivo Alavés en 2009, espera poder reencontrarse con su mejor nivel tanto físico como futbolístico, y así convencer a Garitano de que, además de en el vestuario, está más que capacitado para continuar siendo un futbolista del todo transcendental en el terreno de juego.