A pesar de la falta de profesionalidad y de importancia, la Champions Asiática es un torneo que ha ganado importancia hasta llegar a donde esta
Muchos relacionan a la Champions League con la máxima competición europea, pero pocos son los que conocen a su tocaya, la Champions Asiática. Sin mucha diferencia de edad y sufriendo el mismo cambio nomenclatura que tuvo la copa de Europa, la competición que reúne, a día de hoy, a los mejores del continente asiático, paso de ser la Copa de Asia a la Champions Asiática.
Desde la creación de la máxima competición asiática, la importancia del torneo fue en una constate decadencia. Había falta de profesionalidad en todos los lados: apenas había equipos y no había nadie que controlase todo. Era un completo desastre, que se mostraba en los numerosos cambios de formato y en los participantes del torneo cambiantes. Entraban los Israelís, salían, volvían, se cancelaban ediciones… No había ni profesionalidad ni seriedad. A nadie le interesaba el fútbol. Los sentimientos ni el ser campeón de aquel trofeo, nada importaba. A pesar de que en la época, en Europa tenía tanta importancia, nunca llegaron a recabar la misma cantidad de espectadores en el continente asiático.
Pese a los problemas, en 2003, la Recopa AFC y la Asian Champions League se unieron para la actual Liga de Campeones Asiática en la que los ganadores de liga y copa se clasifican para disputar la fase de grupos entre equipos del este y oeste. Y aunque todo parecía estar empezando a ser serio, llego un virus que paralizó el torneo por un año, el virus del SARS. Tras la reanudación, el torneo que una vez fue tirado por la borda, empezó a crecer y crecer sin parar.
Con el paso de los años, la organización fue incluyendo nuevos países (Australia, Siria…), nuevas normas, nuevos equipos y en general, nuevas mejoras que ayudaron a la evolución del proyecto. A pesar de todas las implementaciones en el sistema, siguieron habiendo muchos problemas como el coste de los viajes, la agresividad de los aficionados y el problema que no abandona el fútbol asiático, la falta de profesionalidad.
A pesar de todas los puntos negativos, la competición continuo su camino y siguió evolucionando. Los países lideres fueron cambiando de mano y los clubes árabes se pasaban el relevo con los los de Asia oriental. No había un ganador fijo, no se podía encontrar un claro dominador. Y a pesar del interés generado, el futbol asiático siempre ha tenido que competir los otros deportes que mandan más en el continente asiático.
A día de hoy, es una competición que ha evolucionado hasta tal punto de ser una de las competiciones que más atraen en el continente. Por la posibilidad de encontrar un talento escondido, por su calendario de marzo a noviembre, por reunir a los mejores del continente o por ser el escenario de perlas de otros países que emigran e busca de una oportunidad. Ahora mismo, la Liga de Campeones Asiática es una de las competiciones con más importancia del mundo del fútbol y aunque muchos no la conozcan, ha llegado para quedarse.
