El elemento de seguridad implantado por la FIA en 2018 salvó la vida a Grosjean en su grave accidente de Bahréin
El accidente sufrido por Romain Grosjean en el GP de Bahréin fue uno de los más salvajes que se recuerdan. El Haas se estrelló a más de 200 km/h contra el guardarraíl y el monoplaza se partió por la mitad. Todos hemos escuchado o leído la frase de “Es un milagro que haya sobrevivido”. El milagro se llama halo, y no es la primera vez que salva la vida de algún piloto a pesar del poco tiempo que lleva implementado en los coches. Sin embargo, el del domingo fue el caso más evidente. Fue el halo lo que impactó contra la barrera, evitando así un golpe que habría sido fatal en la cabeza de Grosjean.
Después del incuestionable trabajo de este elemento de seguridad, el mérito de lograr salir del coche es del piloto francés y de los comisarios que le ayudaron. Y es que hay que tener mucha sangre fría para lograr salir del infierno en el que estaba metido. Sangre fría en medio del infierno, suena irónico. 28 segundos tardó, 28 segundos que se hicieron eternos tanto para él como para todos nosotros.
Cuando se implantó el halo, las críticas no tardaron en aparecer. Y es que será feo, antiestético, pesado y quitará algo de visibilidad, pero ha demostrado ser el mejor ángel de la guarda para todos los pilotos de la parrilla. Después de unos inicios cuestionados, ya no hay nadie que lo critique.
Primera gran intervención
Ya en su primer año en la Fórmula 1, salvó a Charles Leclerc de un aparatoso accidente. En Spa, un choque en la salida hizo que el McLaren de Fernando Alonso volará sobre el monoplaza del piloto monegasco. El coche de Alonso no impactó contra la cabeza de Leclerc gracias al halo del Alfa Romeo, que acabó golpeado y arañado, dejando así evidencias de lo que habría podido pasar sin esa milagrosa pieza de titanio. De hecho, el propio Fernando vio su vida pasar en ese mismo circuito unos años antes, en 2012, cuando no había halo. El Lotus de Grosjean pasó a centímetros de su cabeza y no pasó nada grave de milagro.
Dos salvadas este mismo año
Además del accidente de Grosjean que ya hemos mencionado antes, el halo tuvo trabajo en otra ocasión esta misma temporada. También en Spa, Giovinazzi perdió el control de su monoplaza y se estrelló contra el muro en el segundo sector. Russell, que venía por detrás, se encontró frente a frente con un neumático desprendido del coche del piloto italiano que iba directamente hacia su cabeza. El halo evitó un impacto que habría supuesto un accidente muy grave.