Después de retrasar el primer Grand Slam del año, la ATP tenía el gran reto de reestructurar el calendario tenístico
Si hace pocos días saltó la noticia de que el Open de Australia empezará con cierto retraso, esta semana ha sido la ATP quien ha confirmado el resto del calendario para los primeros dos meses de 2021.
Tal y como indicamos, el hecho de que el Open de Australia se reprogramase ponía en peligro la disputa de ciertos torneos. Esto se debe a un conflicto de intereses entre la ITF y la ATP. El primer organismo organiza la celebración de los Grand Slam y claro está que, por su estatus, éstos tienen prioridad por encima del resto de torneos ATP. Este es precisamente el motivo por el cual el primer Grand Slam del año ha desplazado a gran cantidad de torneos menores.
¿Qué tienen de especial los Grand Slams?
Sólo se disputan cuatro durante el año, pero cuentan con 128 jugadores en el cuadro principal y otorgan la mayor cantidad de puntos y premios económicos. Motivos más que suficientes para que estos torneos sean para muchos jugadores un gran incentivo.
Para ponerlo en perspectiva, una buena actuación para un jugador humilde puede suponer recoger los mismos puntos que todos aquellos cosechados en una temporada entera.
¿Cómo queda el calendario ATP?
La temporada tenística empezará con la disputa de cuatro torneos ATP 250. Estos torneos son frecuentes en las semanas previas a los Grand Slam para que los jugadores puedan ganar ritmo competitivo.
Los primeros se disputarán la semana del 7 de enero, en Delray Beach y Antalya, Estados Unidos y Turquía respectivamente. Cuando estos culminen, todos los jugadores tendrán que desplazarse a Melbourne para empezar simultáneamente con los protocolos sanitarios exigidos para poder participar en el Open de Australia.
Dadas las estrictas condiciones impuestas a los tenistas, se han habilitado otros dos torneos ATP 250 en Melbourne. Estos se disputarán en las mismas instalaciones que el Open de Australia, que dará inicio acto seguido, para que los jugadores puedan aclimatarse después de estar tantos días parados.
Este fue el mismo sistema que adoptó la pasada edición del Us Open. Se creó una burbuja y se disputó un Masters 1000 – el de Cincinnati – en las mismas instalaciones para facilitar la adaptación de los jugadores mientras cumplían con las medidas sanitarias.
La baja más sensible la ha sufrido el Masters 1000 de Indian Wells – considerado por los tenistas como el quinto Grand Slam del año – que ha quedado suspendido. No obstante, existe la posibilidad de que pueda disputarse en otro momento del calendario.
Peor fortuna han tenido los torneos de Auckland, Nueva York y Pune, que han quedado suspendidos definitivamente, quedando ya a la espera de la edición de 2022.