Junto a Sánchez Vera, quien también volvía era la guardameta sueca, y sin ella las cosas podrían haber sido muy distintas para el Atlético
La clasificación del Atlético nos dejó atónitos a todos. Nadie esperaba que el cuadro colchonero pudiera frenar al mejor Barça de la historia, pero tras 120 minutos aguantando, la tanda de penaltis llevó a las rojiblancas a la final de la Supercopa. De esta forma se enfrentaran ante un Levante que consiguió ganar al Logroño a base de golazos. Pero más allá de eso nos centramos exclusivamente en este Atlético y sobre todo en el gran partido de su portera. Lindahl secó con un partidazo al Barça bajo palos, cuando casi nadie esperaba verla sobre el césped.
Los dos partidazos de Lindahl como colchonera
El último partido de Lindahl con los guantes puestos fue en cuartos de final de la pasada edición de la Champions League. En ese encuentro, enfrentándose también al cuadro blaugrana, la guardameta sueca fue la mejor de su equipo, y pese a que las colchoneras no se clasificaron perdiendo 0-1 por un gol de Hamraoui, dejaron muy buena imagen. Esta vez, en la Supercopa, se ha vivido un partido muy parecido, pero con un desenlace totalmente distinto. Ganando en penaltis y haciendo sufrir a un Barça que forzó la prórroga en el último instante gracias a un golazo de Alexia Putellas.
En ambos partidos, el contexto era totalmente favorable para el Barça. En la Champions, el Atlético llegaba con muchas bajas debido al COVID, y las blaugranas lo hacían con el gran objetivo de alcanzar la final. Parecido ha pasado en la Supercopa. Primero destacar que el Barça estaba demostrando ser un equipo intratable en liga. Además, un equipo que aspira a todo sale como el principal favorito, y no solo eso, su rival llegaba con sensaciones bastante bajas y con un cambio de entrenador. Volvía Jose Luis Sánchez Vera al banquillo, noticia que sorprendía a todos, y más cuando lo hace justo antes de un partido tan importante.
Por todos estos motivos, el regreso de Lindahl tiene tanta importancia. Peyraud Magnin no lo estaba haciendo nada mal, pero la experiencia de la sueca ya es otra cosa. Con 37 años, es un ejemplo de que la edad tan solo es un número. Sí es cierto que quizá las lesiones son más frecuentes, y lo hemos visto en su caso, pero ya desde su llegada en verano, se sabía que pese a ser una veterana, daría mucho. Y de hecho, en sus dos únicos partidos dejó a todos deslumbrados.
Una larga carrera que puede ir a más
Hedvig debutó a los 14 años con el Värmbol de la cuarta división sueca en 1996, y empezó un camino en el fútbol que la ha llevado al Atlético. En esos momentos una joven Lindahl sorprendía en Suecia, y primero conseguiría jugar en segunda con el Tunafors SK, y luego con un clásico como el Malmö. No tendría muchas oportunidades ya que era suplente de la guardameta titular de la Selección de Suecia, y en 2003 saldría cedida. Entonces un año después, fichaba Linköpkins y empezaría a consagrarse.
Su paso por Suecia destacaría por su gran crecimiento y proyección, y tras pasar por el Götteborg y el Kristianstads, llamaría la atención de un grande como el Chelsea. Emma Hayes se interesó en ella por su amplia experiencia por el rendimiento mostrado con la selección de su país, donde ya era titular indiscutible. Entonces se le abría un mundo nuevo a Lindahl. No era una jugadora muy conocida, pero llegando a Inglaterra empezaría a ganarse un nombre. El Chelsea mostró buen rendimiento en Liga, y solo les quedaba la espina de la Champions, donde fueron eliminadas tres veces seguidas por el Wolfsburgo y una vez por el Olympique.
Sería el mismo Wolfsburgo quien se llevaba a la guardameta en 2019. Estuvo un año en Alemania, aunque entre la pandemia y anunciar que no seguiría acabaría perdiendo la titularidad. Entontces, en el Atlético anunciaba nuevos refuerzos para un año donde el objetivo era complicar al Barça. Regresamos a lo que ya habíamos dicho antes, llegaba Lindahl, haciendo un gran partido ante las blaugranas en Champions, pero se lesionaba en un ligamiento cruzado tocado por anteriores lesiones.
Tras este pequeño repaso de su carrera y de sus dos partidos en el Atlético, se puede afirmar que Lindahl es una portera capacitada para ser titular ahora que ha regresado. Seguramente la veremos en la final ante el Levante, y está claro que las colchoneras ganan mucho, sin desmerecer el trabajo de Peyraud hasta ahora. En cuanto a si le quedan años, quizá es una pregunta difícil, pero lo único que la puede parar serán las lesiones. Por lo que veremos si podemos seguirla viendo en el campo por lo menos un par de años.