Tras las múltiples críticas recibidas, el portugués tendrá una prueba de fuego ante el Cornellá para demostrar que tiene nivel Barça
La marcha de Neymar supuso un agujero enorme en la delantera azulgrana. Varios han sido los candidatos para sustituirle y se han pagado cantidades enormes de dinero, pero ninguno ha dado con la talla.
El pasado verano el Barça sorprendió con el fichaje de un joven portugués de tan solo 20 años, desconocido por la mayoría, que llegó a la ciudad condal desde el Sporting de Braga a cambio de 31 millones de euros. Este era comparado con grandes nombres como Cristiano Ronaldo o Figo por su gran velocidad y desborde en el uno contra uno entre otras cosas.
Al inicio de la temporada el entrenador neerlandés le daba minutos a las dos jóvenes incorporaciones azulgranas, Trincao y Pedri, este último contra todo pronóstico parece haber encontrado un sitio en el mediocampo azulgrana. No se puede decir lo mismo de Trincao que no está entrando para nada en los planes de Ronald Koeman.
El luso registra unos números muy pobres. Tras 652 minutos jugados aún no se ha estrenado como goleador y tan solo ha dado una asistencia de gol. Llegados al ecuador de la liga ni siquiera ha sido titular y lo máximo que ha disputado han sido 45 minutos.
Su bajo rendimiento se atribuye principalmente a la falta de confianza, se le ve impreciso con el balón en los pies y no está demostrando el nivel que en su día emocionó a los aficionados bracarenses. Con este tema los capitanes deberían brindarle ánimos y ayudarle en su adaptación, recordemos que solo tiene 21 años y que aún es muy joven.
El peaje de la Copa
El jueves probablemente veamos jugar al portugués ante el Cornellá de Guillermo Romo. El matagigantes ya eliminó al Atlético de Madrid y quiere hacer lo propio con el equipo azulgrana. Todo indica a que Koeman dará lugar a los menos habituales, por eso se pide que el joven extremo dé un paso adelante y demuestre la gran calidad que plasmó en tierras portuguesas.