Asier Garitano vuelve al Leganés tras la destitución de Martí
Hay quien dice que segundas partes nunca fueron buenas, que si algo se acabó, has de dejarlo ir. Pero el destino es muy caprichoso y el Leganés ha traído de nuevo a casa a su hijo adoptivo. Asier Garitano regresa al banquillo del que siempre ha sido, es y será su club en sustitución de José Luis Martí. En su despedida allá por 2018, dejó claro que un hijo puede irse en busca de nuevas aventuras, pero que siempre regresaba a casa. Y vaya si tenía razón el bueno de Asier. El de Bergara es uno de esos pocos entrenadores capaz de hacer de los milagros una realidad. En Leganés es una leyenda viva.
El técnico coge a un equipo dañado, demasiado alejado de los puestos de cabeza. Sexto y a once puntos del ascenso directo, el Lega afronta la segunda vuelta con un entrenador que sabe a lo que juega y que conoce a la perfección la filosofía que representa el escudo del laurel. El tiempo dirá si ha sido un regreso acertado o no, pero lo que es seguro es que la noticia ha emocionado a toda una ciudad. Sí, la noticia y nada más que la noticia. Es la grandeza que desprende el mejor entrenador de la historia del Leganés.
Sus hazañas son dignas de estar en los libros de historia futbolística. Un espíritu guerrero y combativo que no se conformaba con nada. Cuanto mayor era el reto, mayor era la ilusión y la fe por conseguirlo. Llevó al Leganés de vuelta a Segunda y la afición ya le colocaba como uno de los máximos artífices de salir del infierno de Segunda B. La categoría de plata era la zona de confort histórica del club. Pero la palabra conformismo no forma parte del diccionario de Asier Garitano. Tras convencer a sus jugadores de que el objetivo era ascender a Primera, el técnico convenció al pueblo que le tomó por loco a base de buen juego y victorias que le llevaron hacia ese gran objetivo.
“¡Creed en vosotros, creed; sois buenos, sois muy buenos; es nuestra opción, depende de nosotros… a saco!”
En Primera tampoco valía de nada el conformismo. El bueno de Asier convencía a los aficionados de que «todos los equipos son de la liga del Leganés», a todos se les puede plantar cara. Incluidos Madrid y Barça. Con esta filosofía, el técnico vasco se convirtió en leyenda. Nadie había llevado tan lejos al Lega. Empezó de cero, en los escombros; y acabó tocando el cielo con la punta de los dedos con un equipo que parecía que no tenía derecho a soñar con algo tan grande.
Asier ha probado en equipos como Alavés y Real Sociedad pero no ha triunfado. Parece que él y el Lega están destinados a reencontrarse. Veremos si esta vez rompe el tópico de “las segundas partes nunca fueron buenas”. En medio de esta incertidumbre, hay una palabra que define a la perfección el sentimiento que tiene todo Leganés con su llegada: ilusión. Ahora ya no tiene que convencer a nadie como antaño. El objetivo lo tiene claro todo el mundo: volver a Primera. Llegados a este punto solo queda hacer una cosa: dejen trabajar a Don Asier Garitano.