Borja Iglesias, de villano a héroe, donde en menos de una semana su historia bética puede dar un cambio radical
Borja Iglesias, de nuevo; de nuevo el panda. Si el fútbol es un estado de ánimo, no hay nada más que ver la cara de Borja iglesias. Tras estar pasando sus peores batallas como jugador profesional, este maravilloso deporte le tenía una preparada.
En Pamplona comenzó en todo, tras encontrarse en el ostracismo de lo más profundo. Quizás no sea el jugador más rápido, ni el más querido, ni tampoco es el más estético; pero de lo que si estamos seguro que es, el más testarudo.
Los pupilos de Manuel Pellegrini, cada vez carburan más y mejor, y con la victoria de esta noche se acerca peligrosamente a los puestos Champions, gracias de nuevo al solitario gol de, su 9, de Borja Iglesias.
Por su parte, Jagoba, tendrá mucho trabajo de nuevo esta semana, tras no poder despegarse de los puestos de descenso. ¿Será la baja del Chimy Ávila el principal problema? ¿ O los continuos cambios de sistemas?
Lo que no hay que olvidar, es el grandísimo esfuerzo, realizado por un ingeniero, si por Manuel Pellegrini, el cual la mayoría de béticos pedían su cese por los meses de octubre y noviembre. Aquel técnico que llevó a la gloria al Villarreal o al Málaga, algo con lo que los aficionados béticos, sueñan días si y días también. Tras concretarse su séptimo partido sin conocer la derrota, no hay que olvidar que el técnico además, ha conseguido crear un conjuro más coral.
Joel Robles ha vuelto a parar, cerrar el grifo de goles encajados, convirtiendo a Víctor Ruiz en su mariscal, todo ello al son que propone Sergio Canales y lo más importante, convirtiendo las lágrimas de Borja, en goles. También, el beticismo está hipermegailusionado con las apariciones de los canteranos Rodri, con su desparpajo y de Paul con su liderazgo. Todo esto, si, gracias aquel técnico «viejo» y desfasado del fútbol moderno, como lo calificaban aquellos béticos que pedían su despido fulminante nada máscomenzar este viaje.
Todo esto, puede caerse en cualquier momento, pero ganen o pierda, de lo que seguro el bético está ilusionado es de ver cómo sus jugadores, derrochan hasta la última gota de sudor en el verde de Heliópolis. Dejando aun lado el conformismo de temporadas anteriores, se gane o se pierda, se muere con las botas puestas. ¿Se quedará este récord en una mera anécdota? o… ¿Podrá de nuevo el beticismo viajar con su bandera de las trece barras por toda Europa?
La única pena, Jagoba, un tipo singular de los que ya no quedan. En Pamplona todavía lo esperan, ya que no es un lugar donde tiran las campanas al vuelo y donde hace menos de un mes su director deportivo. Braulio, renovó, dándole así atisbo de confianza al técnico que acude a los partidos, con su vaquero azul y su camiseta negra
