Segunda final de Champions para un Barcelona que ha logrado levantarse de la goleada recibida en Budapest en 2019
“A Budapest fuimos a vivir la experiencia, y a Göteborg iremos a ganar”. Eso fue lo que dijo Lluís Cortés en rueda de prensa tras clasificarse a la final. Ambición y ganas son las dos palabras que definen al cuadro blaugrana. Un equipo que ahora mismo varios pasos por delante que sus rivales en la liga española, y que pretende alzarse con la gloria europea. Llevan muchos años detrás del objetivo, y este debe ser el definitivo. El Chelsea será un rival duro de roer, pero en can Barça no quieren que se repita lo que pasó en Budapest, sino que todo lo contrario.
¿Qué pasó en Budapest?
18 de mayo de 2019. Final en el Groupama Arena delante de 19.487 espectadores. Dos de los mejores equipos europeos se veían las caras. Primera final del Barcelona y octava final del Olympique de Lyon. Partido en el que podía pasar de todo, y el cuadro francés arroyó a las blaugranas en treinta minutos. Cuatro goles, uno de Marozsán y hat-trick de Ada Hegerberg. Duro varapalo para un Barça que maquilló el marcador en el último minuto con el tanto de Oshoala.
Primera gran experiencia para el cuadro de un recién llegado Lluís Cortés. El equipo había hecho un camino impecable hacia la final eliminando a BIIK Kazygurt, Glasgow City, LSK Kvinner y al Bayern de Múnich. Ante este último dejaron un partido histórico en el Miniestadi con un gol de Mariona Caldentey. Último gran partido en un Miniestadi que sería derribado meses después.
Pero la final fue otra historia. Delante tenían al todopoderoso Lyon, y poco pudieron hacer. Eso sí, vivieron una experiencia inolvidable, y por fin, tras la pasada temporada, donde se quedaron a las puertas de la final, conseguirán repetirla, aunque se espera un resultado totalmente distinto. Este Barcelona ha pasado a ser favorito para llevarse el título europeo.
Un cambio total
Este fue el once con el que el Barça salió a la final de Budapest: Sandra Paños, Mapi León, Andrea Pereira, Leila Ouahabi, Marta Torrejón, Aitana Bonmatí, Vicky Losada, Alexia Putellas, Lieke Martens, Toni Duggan y Mariona Caldentey. La mayoría de nombres siguen vigentes en el Barça actual, pero hay varios cambios. Del once titular solo se ha ido Toni Duggan, pero otras como Andressa Alves, Van der Gragt, Bárbara Latorre, Gemma Gili y Andonova tampoco estan.
Quienes han llegado han sido Jenni Hermoso, Caroline Graham, Crnogorcevic, Andrea Falcón, además de las jóvenes del filial como Cata Coll, Laia Codina, Jana Fernández y Bruna Vilamala. No son muchos los cambios en cuanto a la plantilla, pero sí que se ha vivido un cambio de mentalidad. Ya no son un equipo inexperto, sino que todo lo contrario. Con jugadoras experimentadas la plantilla se ha hecho fuerte hasta el punto de ser las principales favoritas.
Los cimientos se han consolidado
Hemos hablado de las idas y venidas en la plantilla, pero no hemos mencionado a esas jugadoras que se han quedado. Jugadoras que han sostenido al equipo y que también han crecido en todos los aspectos. Los pilares del Barça se resumen en los nombres de Sandra Paños, Alexia Putellas y Mapi León, pero podríamos añadir un montón de nombres. Empezando por el de Patri (que no pudo jugar en Budapest), Aitana, Andrea Pereira y Jenni Hermoso, que pese a su etapa fuera del club, con su vuelta, el proyectó empezó a coger forma.
No hace falta analizar más. Ya sabemos cómo es este Barça. Un club que ha potenciado la sección femenina como pocos, con una cantera cada vez más fuerte, la base de la selección española, y fichajes internacionales que han aumentado todavía más el nivel. La cosa está en si serán capaces de romper los esquemas de un Chelsea rocoso que ha ido por el mismo camino que el Barça. Será una bonita final, pero al mismo tiempo será muy distinta a la que vivimos en Budapest. El Barcelona ya no es moco de pavo, y domingo por la noche veremos si tienen techo.