El Levante UD FS tropezó de la manera más sádica en el último escalón hacia el título de liga, viendo así volar el trofeo hacia Barcelona
El viento de Levante nunca había soplado tan fuerte, y la ‘granota’, tampoco había nunca saltado como lo hizo esta vez. El Levante UD FS descubrió el pasado jueves que el fútbol sala no siempre te sonríe, viendo como un Barça perdedor de las 3 finales que este curso había disputado (Copa de España, Copa del Rey, Champions League), difuminaba hasta hacer cenizas la ilusión de una ciudad, que por primera vez en la historia de este deporte veía posible el ‘sorpasso’ de la tortuga a la liebre. Por primera vez, un pequeño se encontraba dispuesto a cambiar el desenlace de la LNFS, en concreto, de su trigésimo segundo capítulo.
La astucia de pescar por aguas azulgranas
Cuando uno busca lograr el éxito, siempre se fija en los que ya lo han logrado, y es por eso que desde las oficinas de Orriols todas las miradas apuntaron al Palau Blaugrana. La necesidad de cambiar de aires contraída ya bien por la falta de minutos o por la finalización del contrato, llevó a más de uno a abandonar la ciudad condal para poner rumbo a tierras valencianas, donde un ‘nuevo’ Levante UD FS comandado por Diego Ríos, se decidía a poner fin al reinado de Barça e Inter en la Península.
Marc Tolrà, Rafa Usín, Roger Serrano y Mario Rivillos iniciaban, algunos hace 10 meses, otros hace ya más de una vuelta al sol, su aventura como ‘granotas’, y aunque en el caso de la mayoría de ellos su paso por Barcelona no fuera el más brillante, este vez si, con los mismo colores pero con un escudo sin parecidos, iban a deslumbrar e ilusionarse hasta el punto de meter en su ex equipo el miedo de repetir una temporada de vacío.
40’ que por partida doble cambiarían el final del cuento
Tras una victoria para cada equipo (Barça y Levante UD FS) en la final del playoff por el título de liga, el Palau Blaugrana iba a ser el encargado de repartir alegrías y penas en la clausura de la LNFS y el comenzar del mes de julio.
Los visitantes se adelantarían pronto, consiguiendo dejar el marcador 0-1 durante casi bien todo el encuentro. A pesar de mantener una solidez envidiable, el gran despliegue de los culés en el juego de 5 iba a dar sus frutos a 40′ del final, cuando un Daniel Shiraishi que había estado desaparecido, perforaba la portería de Fede para mandar la final a la prórroga.
En ese tiempo para el desempate, los valencianos tomarían nuevamente ventaja (1-2), pero repitiendo el guion anterior, en esta ocasión Mattheus, llevaría a Barça y Levante UD FS a los penaltis. Desde los 6 metros, Dídac Plana se vestiría de héroe, y a pesar de no llevar capa, conduciría al Barça en la despedida de Andreu Plaza a tener que ampliar una vez más sus vitrinas.
El Levante UD FS no se haría con el título, pero a parte de dejar claro que los pequeños también pueden ser grandes y que la tortuga a poco a poco puede acabar ganando a la liebre, un billete con destino al viejo continente no se lo quitaría nadie. La próxima temporada el Levante UD FS se vestirá de gala para jugar la competición más prestigiosa a nivel de clubes, la UEFA Futsal Champions League, histórico.