El Madrid logra una trabajada victoria ante uno de los últimos clasificados para seguir soñando con el título de liga
Los de Zidane hicieron los deberes ante el Eibar con un once con rotaciones. Sólido 2-0 en casa para seguir vivo en la carrera por la liga y para llegar con impulso a las citas ante Liverpool y Barcelona. La 3-4-3 impuesta por Zidane funcionó a las mil maravillas y, una vez más, sacó a relucir las grandes virtudes de Marcelo en ataque. El brasileño fue uno de los nombres propios de la victoria del equipo blanco. Así como Asensio y Benzema, que amplían su racha goleadora ante un Eibar que apenas tuvo opciones ofensivas.
Monólogo blanco en la primera mitad
El Eibar fue el primero que probó al guardameta rival pero la respuesta del Madrid no se hizo esperar. Diop disparó desde lejos y Courtois despejó sin problemas. En la jugada siguiente, Pozo quiso retrasar el balón para su portero y Benzema fue capaz de hacer lo mejor y lo peor en la misma jugada. La cara de la moneda fue que dedujo a la perfección la trayectoria del pase del defensa del Eibar incluso antes de que este soltara el balón. La cruz fue que cuando se quedó solo gracias a su inteligente intercepción, se le hizo de noche queriendo definir. Al final, ni se la pasó a Asensio, que venía solo para anotar a placer, ni disparó a puerta con éxito. Los primeros cinco minutos de infortunio para Benzema concluyeron con un gol anulado por fuera de juego.
Pasado el minuto viente, Asensio casi se inventa una maravilla. En una falta en un lateral del área, el mallorquín no se lo pensó dos veces para disparar buscando la rosca al palo largo en una posición en la que apenas tenía ángulo. El balón golpeó en el larguero, cerca de la cruceta. El Madrid estaba más cómodo pero le faltaba el gol. De hecho, vería como le anulaban otro tanto. Asensio desvió de espuela un disparo de Isco, pero estaba ligeramente adelantado y el VAR intervino para anularlo.
Poco antes del descanso, llegó por fin el premio del gol. Asensio estaba en todas. El mallorquín fue el encargado de adelantar a su equipo en el marcador. Casemiro, en su oficio de recuperador, interceptó una posesión del Eibar para dar una asistencia que dejó al once del Madrid solo ante Dmitrovic. No perdonó.Pape Diop tuvo una oportunidad justo antes del final, pero Courtois blocó sin ninguna complicación y los de Zidane se fueron al vestuario con ventaja en el luminoso.
Tormentosa segunda parte
El Madrid salió a morder tras el descanso. Las ocasiones no cesaban y parecía cuestión de tiempo que llegara el segundo gol. Marcelo estaba siendo un puñal por la banda izquierda. Al brasileño le viene bien jugar con la libertad de un carrilero y el equipo gana mucho en ataque. Por el otro costado, Lucas también generaba muchos problemas al Eibar, y tanto Asensio como Isco estaban firmando una buena actuación.
Empezó a diluviar en Valdebebas y el Madrid se llevó un susto peor que el que puede dar cualquier tormenta. Lucas cedió un balón a Courtois y al portero se le complicó tanto que el lance por poco acaba en gol del Eibar. Llegó a despejar a córner sobre la línea en la ocasión más clara de los de Mendilibar. Al Madrid le tocó remar contra viento y marea, literalmente. La tormenta era tal que el balón se frenaba en el aire cuando la zaga madridista despejaba debido a las adversas condiciones meteorológicas.
Pasado el 70, llegó el triplete de goles anulados al Madrid. Esta vez fue Casemiro, que engatilló desde fuera del área para ponerla al fondo de la red. Sin embargo, Arribas inició la jugada con un desmarque en fuera de juego. No le afectó al Madrid este nuevo varapalo. El recién entrado Vinicius hizo lo que mejor se le da, desbordar, para después ponerle un gran centro a Benzema que el galo no desaprovechó. De cabeza llegó el gol de la tranquilidad para los de Zidane.
Siguió atacando el Madrid en busca del tercero ante un Eibar al que no le salía nada. A pesar de todo, los armeros no se rindieron hasta el final. Rozando el descuento, Inui tuvo una gran ocasión con un disparo de volea que desbarató Courtois. Los últimos acercamientos del partido fueron del Eibar, que atacó a la desesperada en busca de un gol que no llegó. Esta desesperación provocó una contra que Vinicius no supo transformar y que hubiera significado el 3-0.