Tras llegar cuestionado al parón de selecciones, el Real Madrid ha cosechado dos importantes victorias y solucionado su principal contra
El Real Madrid ha hecho los deberes que tenía pendientes para el último parón de selecciones. El equipo de Carlo Ancelotti llegó al ‘break’ internacional en una situación límite, tanto de juego como resultados, sin haber podido ganar ninguno de sus últimos 3 compromisos. El empate a cero en casa ante el Villarreal fue la premisa de un estado que sólo iría a peor. Sheriff y Espanyol sorprendieron a los blancos con sendas victorias.
Pero tras la tregua liguera Ancelotti ha resuelto el principal problema de su nuevo Real Madrid: la fragilidad defensiva. En 9 jornadas de LaLiga (queda pendiente el partido de la novena fecha frente al Athletic Club) el equipo madridista ha perforado la portería rival 24 veces. Es con creces el equipo más goleador de la competición, pero su vocación ofensiva ha dejado al descubierto sus carencias en la retaguardia. En ese mismo número de encuentros ha encajado gol en 11 ocasiones. Esta cifra deja a Militao, Alaba, Nacho y compañía como grandes señalados, pero también al técnico italiano por su planteamiento ‘suicida’.
Este problema ha parecido disiparse en los dos primeros compromisos post-parón, en los que el Real Madrid no sólo ha ganado, sino que ha echado el cerrojo a su puerta. Ante el Shakhtar Donetsk, que el año pasado ya demostró ser capaz de rajarle el descosido a los blancos, firmaron una actuación de 10 en la que mantuvieron su área con pestillo. En el otro área, eso sí, no se quedaron con las ganas de anotar. Y en el Clásico frente al FC Barcelona, aguantando las continuas venidas culés, acabaron encajando gol en la última jugada del encuentro.
Las piezas que faltaban
El gran cambio (momentáneo) en la dinámica defensiva se debe principalmente a las nuevas fichas con las que cuenta ‘Carletto’. El italiano ha recuperado a Ferland Mendy para su flanco izquierdo, un hombre que para Zinedine Zidane fue clave en las dos temporadas que lleva como madridista. Y aunque es el único jugador al que ha recuperado desde la enfermería -además de Dani Carvajal, que apenas jugó los minutos de descuento en el Camp Nou- sí que ha visto cómo vuelven a su mejor nivel Lucas Vázquez, Militao y sobre todo, David Alaba. El austriaco no estaba rindiendo en su mejor versión, pero en el Clásico se vieron todas las caras que se le conocen.
Era importante para Ancelotti dar ese salto de calidad en la zaga para no quedarse atrás en una lucha por LaLiga que, sin solidez defensiva, se le iba a hacer muy cuesta arriba. Por suerte, los dos primeros resultados tras el parón por la fecha de selecciones han apaciguado las aguas en Madrid.