El Atlético de Madrid es uno de los equipos que mas encaja a balón parado, algo fuera de lo común estos últimos años
Cuando nos imaginamos al equipo colchonero visualizamos un conjunto aguerrido, intenso, que lucha, pelea y va bien por alto. Muchas veces se ha utilizado su antiguo nombre, utilizado después de la Guerra Civil española, Atlético Aviación, para referirse a los del Cholo por esta virtud en especial.
No está siendo un buen año el de los rojiblancos, se encuentran fuera de los puestos Champions y las sensaciones no son nada buenas. Los últimos 4 partidos del año han significado una derrota, algo insólito en la era Simeone. El drama es tal que, a pesar de estas derrotas, lo más grave parece que es la pérdida de identidad y no la consecución de los 3 puntos. Todo lo anteriormente mencionado parece haberse esfumado, pero las jugadas a balón parado han abierto una brecha sideral en el rendimiento del Atleti.
Jan Oblak
Este no está siendo un año afortunado para el esloveno, ha encajado ya 22 goles en lo que va de temporada (para ponerlo en perspectiva, hubo un año, más concretamente el curso 15-16, en el que encajó tan solo 18 tantos). Aún así, no podemos culpar al meta rojiblanco de los males del equipo en este aspecto. Nunca ha sido un portero de salir demasiado, prefiere mantener sus pies en la línea y detener la pelota a dar un paso en falso y encajar gol. El problema es que no está deteniendo tantos balones como antes y eso incrementa su inseguridad y la de la defensa. La mejoría del Atlético depende de la de su guardameta, seguro, pero este no era uno de sus puntos fuertes.
Los centrales
Esta es la posición que esta mermando el servicio de las aerolíneas rojiblancas. Ninguno de los centrales está, ni de cerca, a su mejor nival. Comenzando con los que, a priori, son intocables: Savic-Giménez. Ambos están lesionados, el entrenador desea su vuelta para apuntalar la frágil defensa. Sin embargo, ninguno de los dos está a su mejor nivel. El resumen de su temporada la refleja a la perfección la confusión que tuvieron entre ellos frente al Villarreal en el Metropolitano, aquella en la que Danjuma rebañó la pelota y la mandó a guardar.
Los que se juegan un puesto como tercer central son Felipe y Hermoso. Para seguir con la tónica del equipo, ninguno está cerca de su nivel. Erráticos, impuntuales, blandos e inocentes. Felipe no es ni un reflejo de lo que fue durante su primera temporada en el equipo, ha perdido la contundencia, algo imprescindible en un central del Cholo. Hermoso se hizo un sitio en el equipo por su salida de balón y en su segundo año mejoró sus prestaciones defensivas comparándolas con las de su primer curso. Este año, igual que sus compañeros, está errático en el pase y algo impulsivo, muchas veces peca de querer ser expeditivo, provocando situaciones peligrosas.
Kondogbia es el apaño que se ha inventado Simeone para suplir a Savic y Giménez. Hizo un gran encuentro en Oporto siendo uno de los hombres destacados. Se nota que no es su demarcación idónea y esto el Cholo lo valora como algo positivo, pero no ha conseguido solucionar sus problemas. Ninguno está dando la talla a balón parado, siempre parece fallar algo, pérdidas de marca, acciones en las que no se salta o ir flojo al choque aéreo y con ello perder el duelo ante el rival.
Trabajo en enero
El Atlético de Madrid trabaja en la incorporación de un central que palie el drama aéreo en este mercado de invierno. También se cerrarán los futuros de Herrera y Trippier, que no se sabe que ocurrirá con ellos. La incorporación de un central podría mejorar la situación y, por qué no, buscar el efecto Van Dijk o Rubén Dias, para que, no solo mejore la defensa, sino que también haya un cambio de rendimiento en todo el equipo.
