Estamos a 27 de octubre, y a causa de la mediocre temporada que está teniendo el Real Madrid, ya se plantean diferentes nombres para el mercado de invierno y de verano.
Este pasado verano, el Real Madrid se gastó 260 millones de euros de cara a reformar su plantilla, dando salida a los diferentes jugadores que no dieron nivel en la crisis que tuvo el Real Madrid a lo largo de todo el 2018, y que continúa este 2019. Llegaron Hazard, Jovic, Militao y Mendy. Mientras que el primero sigue sin encontrar su sitio, los otros tres no gozan de los minutos que, por su rendimiento en otros clubes, merecen. De esos 260 millones, la mayoría han sido desaprovechados.
El club sigue igual que antes, con un once desequilibrado que no rinde como debería. Zidane no ha sido capaz de cambiar la dinámica del equipo, y arrastra una moral y condición muy mermada por el desgaste mental que ocasionó levantar tres copas de Europa seguidas.
En teoría, estas contrataciones estivales fueron completa decisión de Zidane, pero viendo como, desde el día que el mercado terminó, han sonado más y más jugadores para el club (Eriksen, Pogba, Fabián…), algunos han sido atribuidos a un interés de Zidane y otros a un interés de Florentino Pérez.
El juego de Zidane sí se podría compenetrar con el francés y el español Fabián, pero el interés con el danés nos puede dar varias pistas sobre el futuro del Real Madrid. El esquema de Zidane no es la base del proyecto, en caso de que interese otro entrenador busca perfiles muy diferentes, y el proyecto deportivo del Real Madrid, prioriza el bienestar económico respecto a la mejora deportiva.
Algunos técnicos de los que han sonado, sí podrían utilizar al casi confirmado Eriksen, mientras que otros, entre ellos Zidane, no, algo que muestra que el Real Madrid aún no ha decidido quien va a dirigir al club a partir o antes de enero, lo que debería ser clave en el equipo.
Igual que el “capricho” de Zidane es Pogba, también se habla de cuáles son los caprichos de cada uno y la conclusión es que, en su mayoría, no tienen, principalmente porque la plantilla actual del Real Madrid es tremenda, y quizá: el problema del Real Madrid es Zidane y no los jugadores.