El jugador de la Real Sociedad entró al campo en el minuto 78, y minutos después de su ingreso al terreno de juego recibió insultos y descalificaciones por parte de un sector del Arena Nationalã de Bucarest
Ganaba 0-2 la selección sueca cuando en el minuto 78 se produjo el cambio en el que el exjugador del Borussia Dormund entró al césped.
Según declaraba el jugador Sueco, primero avisó al árbitro de los insultos que se le proclamaban y le preguntó que si los oía, a lo que el colegiado respondió con un “no”. Minutos después el árbitro detuvo el partido debido a estos lamentables sucesos que protagonizaron los radicales rumanos.
Finalmente, el partido concluyó con la victoria del conjunto escandinavo y los jugadores de la selección fueron a abrazar a su compañero para mostrarle su apoyo. Después del partido, Isak también dijo que es una vergüenza pero que están preparados.
Desgraciadamente, este no es el único caso de racismo en los campos de fútbol en los últimos meses. El exjugador del FC Barcelona y del Girondins de Bourdeos, Malcom, recibió unos terribles insultos en su debut en el Zenit de San Petesburgo, sucesos que incluso hicieron plantearse al conjunto ruso vender al brasileño, en lugar de expulsar a los radicales racistas.
Todavía podemos encontrar casos incluso más escándalosos como el de Taison, el jugador del Shakthar Donetsk se encaró con los ultras que le insultaban y el jugador brasileño fue expulsado, un absoluto despropósito.
Afortunadamente, existen equipos que rechazan todo tipo se insultos xenófobos y es que la Real Sociedad, ha emitido un comunicado oficial en el que condenaba fírmemente todo lo que sufrió su joven delantero.
Por eso es tan importante que los clubes condenen estas situaciones ya que si ellos no lo hacen, nunca podremos acabar con el racismo en el fútbol, un deporte que mueve masas sociales.