El Lega debe revertir su situación cuanto antes y hacerse fuerte en Butarque es su mayor esperanza.
Si bien Aguirre ha hecho que el equipo carbure mejor, esto no es suficiente para lograr la salvación. En fútbol hay que sacar resultados y eso fue lo que hizo el Leganés la temporada pasada, la mejor de su historia. Sin un juego especialmente virtuoso, se alejó del descenso rápidamente a base de buenos resultados, y la clave de aquel equipo era su fortín, Butarque. Una de las razones por las que el Leganés está ahí abajo es porque su estadio ha pasado de ser un fortín a ser un campo fácil. La presente temporada solo han sacado 4 puntos de sus partidos en casa y el tiempo empieza a agotarse. Algo por lo que nadie apostaría es que el Lega recuperara su capacidad para salir de Butarque puntuando día sí, día también, y esto es lo que hay que conseguir.
Los más optimistas hablan de Aguirre como el instrumento para que el Lega salga del pozo y defienden que estos últimos partidos no son preocupantes debido a que se enfrentaban a equipos punteros de La Liga. Otros recuerdan las palabras que pronunció Asier Garitano en sus tiempos como técnico del equipo de «todos los equipos son de nuestra liga» y, por tanto, no pueden aceptarse derrotas, ni siquiera frente al campeón del Mundo.
Lo cierto es que el conjunto blanquiazul tiene una gran oportunidad para tomar una iniciativa positiva en los cuatro partidos venideros frente a Celta, Alavés, Espanyol y Valladolid, y es que todos ellos son finales. Una buena dinámica puede motivar a cualquier equipo y esos podrían ser el comienzo de una dinámica positiva para el conjunto pepinero. Pero la salvación del equipo no solo está determinada por la victoria en estos partidos, sino que se deben sacar puntos en aquellos partidos por los que nadie apostaría al Lega, como bien hicieron la pasada campaña.
Una de las virtudes del equipo durante sus años en Primera División era su solidez defensiva, la cual compensaba un poder ofensivo mediocre. Hay que recuperar al mejor Omeruo y al mejor Siovas, que han demostrado ser jugadores con una calidad inmensa pero que hoy están viviendo horas bajas. Si se recupera esa solidez y los hombres de arriba logran el acierto necesario, este equipo puede salir del descenso sin ningún problema.
Además, el espíritu de Asier Garitano debería estar presente en el vestuario antes de cada partido, y es que el técnico tenía razón: todos son de la liga del Leganés y si empiezas a considerar equipos como invencibles, las posibilidades disminuyen y, por tanto, el peligro aumenta. Esta filosofía ha hecho que el Leganés lleve cuatro temporadas en Primera y puede ser esta misma la que le saque del pozo.
