Detrás de cualquier jugada polémica que pudiera haber en el partido de ayer, el juego de la Real Sociedad, que tantas alegrías está brindando a la afición txuriurdin, no pasó desapercibido. Y la base, el pilar del esquema de Imanol Alguacil, dejando a un lado a un magnífico Martin Ødegaard, fue Ander Guevara.
Sí, el joven canterano fue clave, como ya lo ha sido en varios partidos que ha disputado a lo largo de estas primeras 17 jornadas. A pesar de su escasa experiencia y su juventud, mostró una personalidad digna de un futbolista veterano que está acostumbrado a jugar partidos de esta envergadura. Además de su carácter y su valentía para ofrecerse constantemente durante los 90 minutos de partido, el mediocentro ha mostrado una gran ambición con sus declaraciones en zona mixta: «El equipo se queda con la sensación agridulce de no conseguir los tres puntos»
Junto a sus dos compañeros en la medular, Mikel Merino y Martin Ødegaard, el vitoriano completó un excelente partido ante todo un Barça que saltó la terreno de juego con su once de gala. Buscó el balón, dio a los centrales una salida a la hora de sacar el balón jugado, frenó a Messi, apenas perdió balones y transmitió una seguridad ejemplar. Todo esto en un escenario difícil, ya que le tocó asumir el rol de Igor Zubeldia, un fijo en el esquema de Alguacil.
Parece que el relevo de Asier Illarramendi, y por tanto acompañante de Igor Zubeldia, ya tiene nombre y apellido. En su primera temporada en la élite ya está demostrando que está totalmente capacitado para ser importante en esta Real Sociedad.