Los malacitanos llegan al último partido antes del parón de Navidad como decimosextos, en salvación, pero con una situación de club nefasta.
El Málaga Club de Fútbol ahora mismo mira más allá de la tabla, de la salvación, para no caer a 2ªB. El Málaga está ansioso ahora mismo de encontrar la manera para hacer que el club no desaparezca, ni que se vayan los jugadores que hoy en día forman su plantilla en enero, ya que el presidente catarí Al-Thani, no está sabiendo manejar el club, por lo que está siendo motivo de manifestaciones y protestas de los aficionados del club boquerón, que desean que esta situación se confronte con la dimisión del actual dueño del club.
El equipo malagueño, a un partido de liga del parón, se encuentra en la decimosexta posición de la Liga SmartBank, con 4 victorias, 9 empates y 7 derrotas, que hacen un total de 21 puntos en 20 jornadas que se han ya disputado, una cantidad que no encaja con el histórico club de Primera División. Pero esta es la realidad, ya que los jugadores no están mostrando su mejor nivel.
Una muestra clara de eso es la cantidad de goles anotados que llevan; 16, siendo el tercer equipo menos goleador de la liga. De estos goles, son 6 los que pertenecen a Sadiku, el delantero más afortunado del equipo. Y aunque la portería de Munir no esté siendo tan goleada, con sólo 18 goles en contra, en total hacen que la diferencia de goles solo sea de -2. Por ello, no están logrando tantos puntos de lo que vamos de temporada.
Aun así, los jugadores, junto con el entrenador Víctor Sánchez Del Amo, están intentando solventar la situación de juego, dejando de lado los problemas de la directiva y de manera ascendente, están empezando a mejorar los resultados desde las últimas jornadas.
Por otro lado, los jugadores no han estado mostrando el nivel que se le adecua a este club, no han estado dando la talla, y no han estado jugando como deberían jugar, y eso lo saben. Saben que existen muchos puntos débiles en el equipo, como la delantera, que no están consiguiendo anotar goles, pues no consiguen materializar las ocasiones de las que disponen.
A esto se le suma la preocupación por salidas de invierno de jugadores como Keidi Baré, el canterano Antoñín, el portero Munir o el central Luis Hernández, entre muchos otros que podrían abandonar el club por los problemas económicos.
Recordando un poco y echando la vista atrás un año, se podía veía a un Málaga que iba viento en popa, que consiguió meterse en el play-off de ascenso a Primera División, y aunque no lo lograsen, el equipo parecía dar señales de que si no era esa temporada 18/19, sería la 19/20. Hoy en día no parece posible y el objetivo prioritario parece más el de mantener la categoría.
El más claro desajuste en club, es la relación directiva – aficionado, ya que los aficionados están hartos de ver cómo el dueño catarí les ningunea, y les toma el pelo, ya que es el primero que no apoya al club. No va a los partidos a ver a “su equipo”, se excede en los pagos y así pasa el límite salarial permitido, y aun así no parece que tenga ganas de arreglarlo.
De esta forma, está endeudando al equipo, dejando una crisis interior en la entidad de la Costa del Sol. Por eso, los pequeños accionistas del Málaga, han decidido poner una querella a Al Thani, y esta ha sido aceptada por el juez, lo que podría conseguir de una vez por todas el despido del jeque.