La selección Francesa de fútbol logró su segundo Mundial el pasado 2018.
Llegó verano, llegó la Copa del Mundo otra vez, aunque esta vez sería algo distinta y en Rusia. Todos teníamos sensaciones raras, podíamos ver cómo los jugadores jóvenes se estaban apoderando del fútbol. Los cambios generacionales de algunas selecciones, los jugadores que ya llegaban una edad, la implementación del nuevo sistema de arbitraje “VAR”y las selecciones firmes, débiles y las que dieron la sorpresa.
El Mundial, que se jugaba en Rusia, era algo más que simples partidos. Iban más allá de eso. Sentimientos, a eso es lo que llegó el Mundial, con todas las alegrías y tristezas que vivieron algunas selecciones y las que no llegaron, como Italia u Holanda que no se clasificaron. Era tiempo de centrarse en los 32 conjuntos que participaban.
14 de junio de 2018, la fecha en la que el fútbol se concentraba en Rusia, la fecha de la inauguración del torneo, la fecha del primer partido en el que los niños, y no tan niños volverían a su infancia, para ver fútbol en verano, un no parar. Ya con las clases acabadas, con los trabajos acabados, tocaba sentarse, tomar un refresco frío, y ver partidos y así, no hacer nada más que ver, hablar y jugar fútbol, ya que mientras dure, se tiene que aprovechar.
El primer partido, el que dio pie a la inauguración del increíble Mundial de Rusia comenzó con un recital de los rusos contra Arabia Saudita. 5 goles que les anotaron a los halcones verdes, con una exhibición del ahora valencianista Chéryshev, que metió dos goles, uno por la escuadra, y otro en un mano a mano contra el portero, y muy inteligente, se la picó de una manera muy sutil y limpia. 5 goles que dieron disfrute.
Tras este, otro de los acontecimientos más importantes en la fase de clasificación, fue la eliminación Alemania, la defensora del título. La gran Alemania a la que se la comieron los demonios y maldiciones, y le pasó lo mismo que a España. No pudo clasificarse, quedando último del grupo después de perder contra México 1-0 y contra Corea del Sur 2-0 en un partido que dictaminó el fin de la participación de los alemanes.
Lo demás, fue como un visto y no visto, y las clasificaciones ya estaban finalizadas, dejando así los grupos: Uruguay (9), Rusia (6), Arabia (3), Egipto (0); España (5), Portugal (5), Irán (4), Marruecos (1); Francia (7), Dinamarca (5), Perú (3), Australia (1); Croacia (9), Argentina (4), Nigeria (3), Islandia (1); Brasil (7), Suiza (5), Serbia (3), Costa Rica (1); Suecia (6), México (6), Corea del Sur (3), Alemania(3); Bélgica (9), Inglaterra (6), Túnez (3), Panamá (0), Colombia (6) Japón (4), Senegal (4), Polonia (3).
Obviamente, es algo que no muchos se esperarían. Toda la tensión que se vivió, cómo Alemania se quedó fuera en el último partido, cómo Argentina al final logró clasificarse con un gol casi in-extremis de Rojo, el pase de Japón como segunda por tener menos tarjetas amarillas que Senegal, cómo España no conseguía llegar a puerta y según muchos aburría, Croacia y su bravura, Brasil y su juego, Bélgica e Inglaterra con su gran dominio, Francia y su desfachatez y calma al jugar al fútbol y la eliminación de las selecciones novatas en el torneo (Islandia y Panamá).
Entonces llegaron los octavos de final y así los partidos únicos para pasar de ronda, que empezaría con victoria de Uruguay 2-1 a Portugal con un doblete de Cavani, para enfrentarse así contra Francia, que ganaría a Argentina por 4-3, en donde se vio ya claramente la bravura, calidad y velocidad de Mbappé, y cómo dejó a Leo Messi en el camino del tan ansiado trofeo.
Por otro lado, España cayó en penaltis contra Rusia tras completar un partido donde pasaban, pasaban, pasaban… pero no creaban ocasiones de gol. Entonces Rusia se enfrentaría a Croacia que ganó a Dinamarca en la tanda de penaltis, con el último gol de Rakitic, pero que más que él, destacaron las paradas de los porteros (Schmeichel y Subašić).
En la llave más complicada, enfrentaba a Brasil, que sometió a México a su maldición de no pasar a cuartos un año más, para enfrentarse a Bélgica, que consiguieron una remontada histórica ante un 2-0 a los japoneses que estaban siendo revelación en el torneo, con esa tan recordada camiseta homenaje a Oliver y Benji.
Por último, quedaría la victoria de Suiza a Suecia, para enfrentarse a Inglaterra, que ganaron a Colombia en la tanda de penaltis, después de dejarnos esa imagen de cómo un miembro de la selección le apuntaba a Pickford por donde lanzarían los colombianos en una botella de Powerade.
Entonces, llegaron cuartos de final, y con ello, la tensión de estar cada vez más cerca del trofeo. Dejando de lado todos los altercados que sucedieron en los alrededores, lo importante se vio en el campo con auténticos partidazos, como el Uruguay vs Francia, en donde se vio la superioridad de los franceses, que campaban a sus anchas en campo y ganaron 0-2 (goles de Varane Y Griezmann).
Además, se jugó el mismo día el Brasil vs Bélgica, un auténtico partidazo donde los haya, que reunía a grandes jugadores como Hazard o Neymar, y en donde tras un partido lleno de ocasiones, paradas, y jugadones, el conjunto belga de Roberto Martínez se hizo con la victoria 1-2 gracias a Fernandinho y De Bruyne.
A estos partidos, se le suma los del día siguiente, 7 de julio, que enfrentaban a Inglaterra y Suecia, que acabó en victoria inglesa 2-0, y a Rusia vs Croacia, donde la anfitriona caería en penaltis después de empatar a dos en el tiempo añadido, por lo que Croacia, pasaría a semifinales tras haber jugado 240 minutos más penaltis.
Y llegaron las tan ansiadas semifinales, las que separan a las últimas selecciones, y así pasó. Francia, que sin hacer mucho, gano a Bélgica 1-0 con gol de Umtiti en un córner, en un partido que no gozó de muchas ocasiones. Por otro lado, el día siguiente, Croacia ganó a Inglaterra 2-1 con gol en el 109 de Mandžukić para confirmar el pase croata, y acumulando así un total de 360 minutos más penaltis jugados en un corto periodo de tiempo de 11 días.
15 de julio de 2018, verano, Estadio Olímpico de Luzhnikí, Moscú(Rusia), Francia, Croacia.
Final del campeonato mundial de fútbol, y las aficiones volcadas en sus selecciones. Son las 6:00pm en Moscú y hay una sensación extraña en el ambiente. Hace calor, pero parece una tarde de tormenta en la capital rusa, una tormenta francesa, que empezó con un autogol de Mandžukić en el 18 (el primero en una final de un Mundial), y aunque Perišić marcase el empate 10 minutos después, los franceses arrasaron.
Primero con un gol de Griezmann de penalti (concedido por el VAR), luego un gol de Pogba tras quedarse muerto el balón después de un rechace al borde del área y otro de Mbappé, que sin pensarlo dos veces, disparó desde la media luna pillando desprevenido a Subašić para matar el partido en el 65‘, aunque Mandžukić anotó el 4-2 final.
Los franceses, después de pasearse en el corral, se hicieron con la segunda estrella en una entrega de premios lluviosa, que nos dejó la final, con los dirigentes de los países y de la FIFA empapados a excepción de Putin, el único con paraguas.