Los mejores años de fútbol que se han visto en Bilbao desde los 80 han venido de la mano de Bielsa y Valverde.
Han pasado más de 12 décadas desde la fundación del Athletic, un club sin igual en el planeta. Muchas llenas de gloria y trofeos, otras más duras y grises, pero todas ellas necesarias para escribir la historia de un equipo sin precedentes en la historia del fútbol. La recién vivida, entre 2010 y 2019, se puede catalogar como la más emocionante y prospera de los últimos tiempos.
La década comenzó con Joaquín Caparrós al mando del equipo. Tras haberse quedado a las puertas de ganar la Copa y Supercopa de España en 2009, los de Caparrós realizaron notables campañas en liga, quedando octavos y sextos respectivamente. Antes de abandonar Bilbao, el técnico sevillano clasificó a los leones para la UEFA Europa League. Lo que ni él ni la ciudad sabían, es que ese fue el paso que dio comienzo a una de las travesías más bonitas y apasionantes que se recuerdan en la historia del Athletic.
Corría el verano de 2011 cuando Josu Urrutia venció a García Macua en las elecciones para la presidencia del Athletic Club. En su programa, una de las promesas era la de traer un nuevo seleccionador, Marcelo Bielsa. El ex entrenador de la selección chilena se hizo notar desde el primer día con su peculiar forma de trabajar y mostrarse en público. Irascible, perfeccionista y obsesivo, no era un hombre fácil de tratar, por algo le apodaban el loco. Pero toda esa complejidad que envolvía a su persona la trasladó al campo alcanzando un nivel de juego brillante, a la altura de los más grandes.
De su mano explotó el potencial de jugadores como Muniain, Ander Herra e Iturraspe, a la vez que consolidó como estrellas a Javi Martínez y Fernando Llorente. Lo que practicaba aquel Athletic se describía fácilmente en dos palabras: fútbol total. Sin miedo y a todo pulmón, increíblemente combativos y con un toque exquisito. Tácticamente perfectos. Así jugaban los leones de Bielsa. Fue en la Uefa, cuando tras clasificar para octavos de final, empezó el espectáculo. Primero el Manchester United (5-3), después el Shalke 04 (6-4), para acabar clasificándose para la final con un agónico gol de Llorente en el minuto 86 ante el Sporting de Lisboa (4-3). Todos los encuentros fueron dominados de principio a fin por los rojiblancos.
Por desgracia, el cuento no tuvo final feliz y los rojiblancos perdieron 3-0 en la final ante el Atlético de Madrid. Y la historia se volvió a repetir, pero esta vez en copa. El Athletic se volvió a quedar a las puertas de sacar la gabarra con otro doloroso 3-0 en la final ante el Barcelona. La afición estaba dolida, pero inmensamente agradecida, y al canto de Bielsa quédate despidieron la mejor temporada de los últimos 30 años en Bilbao. El loco aguantaría una temporada más, cerrando su etapa en el Athletic con un año gris cargado de más polémica que fútbol y con la triste despedida del viejo San Mamés.
Su sucesor sería un habitual en Lezama, el txingurri Valverde. El ex jugador y entrenador del Athletic dirigía por segunda vez a los vascos, siendo su segunda etapa como seleccionador la más longeva de la década rojiblanca (2013-2017). En su primera temporada, el Athletic se alzó hasta la cuarta plaza, alcanzando unos históricos 70 puntos y clasificándose por primera vez en este siglo para la Uefa Champions League. Dos de los grandes artífices de esta gesta fueron Aymeric Laporte y Ander Iturraspe, galardonados con su presencia en el mejor once de la temporada en la Liga. Aritz Aduriz tampoco se quedó rezagado, terminando en segunda posición en el trofeo Zarra, galardón que ganaría consecutivamente las 2 siguientes temporadas. Sin duda, el delantero donostiarra hizo olvidar la polémica salida de Llorente, uno de los capítulos más oscuros en la década del club.
En la temporada 2014/15, el Athletic estrenaba al completo el nuevo San Mamés, venciendo al Nápoles y clasificándose así para la fase de grupos de la Champions, en la que sin mucho éxito, quedarían eliminados tras acabar como terceros de grupo. A pesar del discreto año en la Liga, los de Valverde lograron (como suele ser costumbre en Bilbao) el pase a la final de la Copa del Rey, donde caerían una vez más ante el FC Barcelona. Pero, nada más volver al trabajo y empezar una nueva temporada, el Athletic sorprendió al mundo entero ganando la Supercopa de España tras endosarle en el total de la eliminatoria un 5-1 a los culés (4 goles del zorro), realizando un partido de ida memorable en el que ganaron 4-0 en San Mamés.
Habían pasado 31 años desde el último título conquistado por los leones, pero al considerarse la Supercopa un título menor, la gabarra sigue esperando con ansia el momento oportuno para salir y exhibirse por toda la ciudad. Fue la regularidad lo que marcó la etapa restante de Valverde en Bilbao, logrando unos meritorios quinto y séptimo puestos en liga y cayendo en las fases finales de copa y Uefa ante equipos como el Barcelona o Sevilla. En el verano de 2017, Valverde se despediría de la casa rojiblanca como el entrenador que más partidos ha dirigido al Athletic (306).
Fue a partir de la temporada 17/18 cuando comenzó la decadencia del Athletic, acompañada por una gestión más que discutible por parte del presidente Josu Urrutia. El kuko Ziganda fue el elegido para sustituir a Valverde como el nuevo entrenador del equipo. A pesar de no tener un mal comienzo en liga, el juego tosco que practicaba sumado a la sonrojante eliminación de copa contra el Formentera hicieron que pronto se torcieran las cosas para el kuko. Su estatus como leyenda del club se fue diluyendo y cada vez estaba más en entredicho su continuidad en el equipo. Para la incredulidad de la afición, Ziganda completo la temporada como entrenador posicionando al equipo decimosexto en la tabla (empatado con el decimoséptimo) con tan solo 43 puntos. La segunda peor posición en la historia del Athletic.
El toto Berizzo fue el elegido esta vez para comenzar la temporada con aire fresco e ilusiones renovadas. En contra de lo que se esperaba, el técnico Argentino decepcionó enormemente a la afición, siendo despedido tan solo unos meses después de su contratación (4 de diciembre) tras 13 jornadas seguidas sin ganar y entrar en puestos de descenso. Desde el Bilbao Athletic ascendieron al ex entrenador del Eibar Gaizka Garitano, con la esperanza de devolver al Athletic a la zona noble de la tabla. Y vaya que si lo hizo. A pesar de quedarse a un solo punto de entrar en Europa, tras una histórica segunda vuelta en la pasada campaña, su año natural como entrenador (2019) ha sido muy fructífero, logrando 65 puntos en 39 jornadas y quedando quinto en una hipotética clasificación. Números muy contundentes para un técnico que acaba de coger las riendas del club.
Esta década no ha dejado indiferente a ningún aficionado del Athletic. Desde el año de ensueño que realizaron a las órdenes del loco Bielsa y las grandes temporadas de Ernesto Valverde, hasta la agonía de Ziganda y Berizzo, pasando por los goles de Aduriz y el anuncio de su retirada, las ventas de Javi Martínez, Herrera y Llorente, la llegada del presidente Aitor Elizegi y la construcción del maravilloso Nuevo San Mamés. Todo ello respaldado por una afición y una ciudad ejemplares. Veremos qué le depara la próxima década a un club con una filosofía tan singular y sacrificada como la del Athletic. Si la justicia en el fútbol existe, sacarán la gabarra una vez más.
