La Cultural hace historia tras vencer al Atlético de Madrid y obligar al Valencia a ganarles en los penaltis.
“Orgullo de un pueblo y de una ciudad”, eso dice el himno que Café Quijano dedicó en 2015 a la Cultural y Deportiva Leonesa, y no puede estar más acertado. El sentimiento de cualquier leonés ahora mismo es de un orgullo y una satisfacción tremenda, pues el equipo de León ha hecho historia en esta Copa del Rey eliminando al Atlético de Madrid y llevando a los penaltis al Valencia, el vigente campeón de dicho torneo.
No se puede decir que la Cultural tuvo suerte, aunque sería un argumento más o menos válido para el partido contra el Atlético -aún así sería menospreciar el partidazo del conjunto leonés-, pero que haya puesto contra las cuerdas al Valencia también, obligando a este a ganarles en penaltis ya no es una mera casualidad ni suerte, sino algo para analizar y hacer ver a los equipos humildes que, cuando se enfrenten a un grande podrán ser menos favoritos, pero que perfectamente pueden dar el campanazo.
Sin duda, estas dos últimas semanas han sido un plus de confianza y de ganas para lo que resta de temporada. Además, ha enganchado a mucha gente, lo que es una ventaja porque se traducirá en una mayor entrada en los partidos que se disputen en el Reino de León y por ende una mayor motivación para los jugadores.
Gran noche para la afición leonesa
Lo vivido ayer en León será recordado por todos los culturalistas como una gesta histórica, porque el llegar a octavos de final y tener tan cerca los cuartos habiéndose enfrentado a rivales de Champions es para quitarse el sombrero. Si a eso se le suma que en ninguno de los dos partidos la Cultural salió con su once de gala, el mérito es más grande aún. Además, el esfuerzo físico desplegado por parte de los jugadores del conjunto cazurro fue muy grande, pues aguantar el ritmo de jugadores de Primera División no es nada fácil y para ello es necesaria la colaboración de los once futbolistas.
Desde el punto de vista de aficionado culturalista, la eliminación fue lo de menos. Solo cabía la posibilidad de rendirse ante los héroes y agradecerles la manera en la que habían honrado el escudo. Cayeron de pie y dejando a la institución leonesa en muy buena posición. Para todo leonés fue especial ver al equipo de su ciudad hacer lo que hizo y, por eso, la Cultural es orgullo de un pueblo y de una ciudad.