El español es uno de los jugadores con más calidad que ha pasado por el Real Madrid, pero sus actitudes fuera del campo empañaron su carrera.
Formado en la cantera del Madrid, Guti completó 15 temporadas en el primer equipo del club blanco. Debutó en partido de competición oficial el 2 de diciembre de 1995 ante el Sevilla en el Estadio Santiago Bernabéu, con tan solo 19 años. Los blancos ganaron por 4-1. Guti acabaría su carrera en el Madrid en 2010, año en el que se fue al Besiktas siendo uno de los capitanes del club blanco junto a Casillas y Raúl. Ganó 15 títulos, marcó 46 goles, dio 47 asistencias y jugó un total de 387 partidos en el club de la capital.
En general, la trayectoria de Guti en el Madrid siempre tuvo un rol secundario debido a su falta de actitud. Sin embargo, cuando estaba entonado tenía una calidad inmensa. Si podemos destacarle algo son sus pases y asistencias. En el recuerdo de todos quedará la asistencia de tacón a Benzema en Riazor, cuando todo parecía que iba definir solo contra el portero, se la dejó muerta al delantero francés, que venía por detrás, para que rematara a placer. Una jugada solo al alcance de genios.
Si hablamos de taconazos, otro muy sonado es el que hizo frente al Sevilla en la 2005/2006. Desde la frontal, Guti le dio un pase de tacón a Zidane para dejarle solo, y el francés no perdonó. Otra obra de arte solo apta para jugones de su calibre.
Otro partidazo fue frente al Sevilla en la 2009-2010. El Madrid se jugaba el liderato en casa y tuvo que remontar un 0-2 en contra. Guti tomó las riendas del equipo y lo lideró hacia una remontada épica. Se quedó sin el premio del gol, topándose con el larguero con un disparo lejano. El marco de la portería le negó un golazo que hubiera significado la guinda a una noche llena de magia marca de Guti.
Si el jugador hubiera tenido la cabeza en su sitio durante toda su carrera, seguramente hubiera llegado a ser un fijo en la selección española y uno de los mejores centrocampistas del mundo. Sin embargo, se puede asegurar que tenía una calidad infinita y que hay poca gente más madridista que él. Filtraba pases imposibles por huecos minúsculos. Era un maestro de la distribución y de los pases al hueco, además de tener también una gran definición.