En la temporada 2017/18, Paco López logró una hazaña inédita, reviviendo a un equipo que estaba metido de lleno en la lucha por la permanencia
La temporada anterior, el Levante venía de ascender a la máxima categoría del fútbol español de la mano de Juan Ramón López Muñiz. Subiendo de manera holgada 5 jornadas antes, nadie habría dicho que iban a sufrir tanto para mantener la categoría. En la jornada 27 y con el equipo 17º en la tabla, llegó Paco López como nuevo técnico, proveniente del filial.
Tras la llegada de Paco López, el conjunto granota empezó a ganar partidos y modificó su manera de jugar. Hasta el punto de obtener 25 puntos de los últimos 33 posibles, siendo éstos, números de Champions League.
Habitualmente, Muñiz jugaba 4-2-3-1, abusando de los balones largos al punta y los centros laterales. Paco López, sin embargo, pasó a intercalar los sistemas del 4-2-3-1 y el 4-4-2. Modificó también la forma de atacar, añadiendo más jugadores en la elaboración de la jugada, para finalmente aprovechar la profundidad por banda de jugadores explosivos como Morales o Emmanuel Boateng.
De esa manera atacarían con más gente y defenderían más compactos. En una rueda de prensa aseguró que la plantilla era muy heterogénea y contaba con jugadores para todas las posiciones y sistemas. Una característica muy importante para las variaciones tácticas del técnico granota.
Bardhi fue un jugador determinante para el buen hacer ofensivo del Levante. Contra el Athletic, en un partido de vital importancia, marcó dos goles de falta en apenas un minuto, siendo el doblete de falta más rápido de la historia de LaLiga.
Tras una remontada histórica en la temporada y con el objetivo de la salvación ya logrado, el conjunto de Orriols cerró la campaña como local de la mejor forma posible, con la mítica manita al Barça. Un Barça ya campeón de liga y que pretendía finalizar la temporada invicto.