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¿Cuál debería ser el ataque del Barcelona la temporada que viene?

El mayor dilema del FC Barcelona de cara a la próxima temporada es la zona ofensiva, teniendo tantas opciones y tan poco hueco.

Ahora mismo, el club blaugrana tiene en nómina a cinco jugadores de ataque. Estos, sumados al regreso confirmado de Philippe Coutinho y la llegada de Trincao, suponen un total de siete jugadores para tres posiciones. Hay que mencionar, además, el interés del Barça en Lautaro Martínez y la fijación de Josep María Bartomeu en Neymar JR.

Dembélé

El francés representa una operación mal hecha desde el principio, en la que, desde fuera se culpa al jugador, cuando es, posiblemente el más afectado por las decisiones del club. Ousmane interesaba al FC Barcelona en 2016, aunque no llegó por no tener hueco en el equipo, en su lugar se marchó al Borussia Dortmund. Finalmente firmó en 2017, como sustituto de Neymar JR. Llegaba por un precio excesivo (motivado por la marcha de Neymar) y teniendo que ser una pieza clave del club con solo 20 años, y no más de una temporada en la élite.

Desde que llegó al Barça, ha afrontado múltiples lesiones, que han eclipsado su talento, reduciendo su incidencia en el campo y haciendo que no pudiese ser titular en ninguna temporada. El francés no estaba acostumbrado a cuidarse (en Alemania tenía un dietista), y esto sumado al cambio de liga, que se nota mucho respecto a la Bundesliga y la Ligue 1, han sido motivos suficientes para que la salud de Dembélé se viese muy reducida. Esta cuarta temporada, parece que Setién quiere apostar por él, aunque, si no le dedican el tiempo suficiente, Ousmane es una causa perdida.

Ansu Fati

Durante la primera vuelta de esta temporada, Ansu Fati se convirtió en la nueva estrella en el Camp Nou. Debutó y marcó su primer gol poco después, llegando a ser titular en uno de los primeros tramos de la temporada. Este buen rendimiento hizo que se ganase la confianza de Ernesto Valverde (algo muy complicado para un canterano), pasando a ser un jugador más en las convocatorias. Este hecho se repitió con Quique Setién, que también le dio minutos, aunque estos se reducían poco a poco.

El extremo español, tiene solo 17 años, por lo que su transición no debe ser brusca. Esto no significa que no deba jugar con el primer equipo, necesitando algunos minutos para adaptarse al juego del conjunto de Setién y empezar a despuntar de nuevo. Si se apuesta por él y, su buen juego pasa a ser continuo, el conjunto blaugrana tendrá un delantero para los próximos 15 años.

Griezmann

El fichaje de Griezmann se fraguó de una manera muy extraña, motivo por el que no ha llegado a contentar a la afición del club. El fichaje estaba cerrado cuando Antoine tenía clausula de 100 millones, pero mediante un documental, comunicó que había decidido seguir en el Atlético de Madrid. Renovó por una cifra muy superior a su anterior sueldo, sumado a una prima escandalosa, que dejó al conjunto rojiblanco en números rojos.

Al llegar al verano de 2019, decidió que era el momento de marcharse al Barça (con un sueldo muy superior al que habían negociado en 2018), por un precio superior, de 120 millones de euros. Griezmann puede jugar como delantero, o como falso nueve, pero nunca como extremo izquierdo, faceta que llevaba sin desempeñar desde 2013. El francés no se fijó en las necesidades del club a la hora de pensar en que le convenía, como tampoco lo hizo la dirección deportiva, cometiendo ambos un error que complica mucho la gestión económica del club. Mantener a Griezmann sería una apuesta arriesgada, aunque venderle sería un error, situación muy complicada la del club con el francés.

Luis Suárez

El uruguayo se encuentra en plena recuperación por una operación de rodilla a la que se sometió, aún así, lleva sin dar su 100% mucho tiempo. Desde el año 2018, en el que, jugando junto a Messi en una doble punta, daba un gran rendimiento, no ha vuelto a ser el mismo. Ha caído en picado, sin encontrarse con un acompañante en ataque (en el 4-3-3 juega como único punta) y la edad le ha pasado factura. Priorizó perderse la final de copa para jugar la copa América con Uruguay, una final de copa que el Barcelona acabó perdiendo.

Luis exige minutos, quiere seguir siendo la referencia ofensiva del club, aunque les pide públicamente que busquen un sustituto, mensaje contradictorio. No es el mejor momento para venderle, con un mercado a la baja y una temporada en la que no ha destacado, aunque pagar un año más de sueldo en una situación económica tan complicada, podría suponer una crisis aún mayor.

Leo Messi

El argentino es el único delantero que debe ser intocable sí o sí. Plantea el mismo problema que Luis Suárez, con un sueldo muy alto en plena crisis económica, pero es el capitán, estrella y máximo goleador del club. Leo debe acabar su carrera en Barcelona, como Barcelona necesita que Leo aguante el máximo tiempo posible. El `10´ tiene muchas opciones en el esquema de Setién, como extremo, falso nueve o delantero puro, y en cualquiera de ellas sería el titular, pero debe pensar en el equipo y jugar donde más falta haga. Sus últimos años, “enseñando” a jugadores como Ansu Fati, Trinçao, Dembélé o incluso Riqui Puig o Collado (la capacidad del argentino como creador de juego también es clave) podrían marcar la diferencia en la nueva generación culé.

Coutinho

Llegó en enero de 2018, procedente del Liverpool, por 140 millones de euros. El brasileño firmó una gran temporada como volante, pero no se ha vuelto a encontrar con su mejor versión desde aquel momento. Como extremo tuvo destellos, pero nunca fue el Coutinho que habíamos visto en Inglaterra. Se marchó al Bayern en verano, y aunque no ha jugado mal allí, los alemanes no quieren pagar su opción de compra.

Su valor actual es de 56 millones, aunque el Barcelona pretende recibir, como mínimo, 90 millones, algo que sería muy complicado en la situación actual. Quizá lo ideal sería asumir que no ha triunfado e intentar venderle al mejor postor, con la intención de liberar al club en cuanto a sueldos y obtener un presupuesto que sería valioso para firmar otros jugadores, más necesarios.

Trinçao

Su fichaje llamó mucho la atención, se anunciaba cuando el club necesitaba solvencia económica para firmar otros jugadores, y se hacía además a partir de la venta de un canterano como Carles Pérez. Pero desde que se anunció, todos aquellos que han seguido su evolución en Portugal, saben que el Barcelona ha escogido muy bien a su próximo jugador. Trinçao tiene algo, una capacidad de desborde y sobretodo una movilidad que le hacen ser la estrella del Sporting de Braga, y posiblemente la estrella del FC Barcelona dentro de muy poco, junto al antes mencionado Ansu Fati.

Lautaro Martínez

Lautaro lleva sonando para el FC Barcelona desde hace dos años, cuando el conjunto blaugrana se enfrentó al Inter de Milán en la fase de grupos de la Champions League. Desde aquel momento empezaron a seguir al joven argentino, que en aquel momento hacía dupla con Mauro Icardi. Este se acabó marchando en verano al PSG, haciendo que el Inter firmase a Lukaku, para sustituirle.

La llegada del belga ha sido clave en el crecimiento de Lautaro, que, jugando con un delantero referencia, se ha visto liberado, destacando mucho más y mostrando su mejor faceta. El FC Barcelona estaría dispuesto a pagar una cantidad que rondase los 60 millones, incluyendo a dos jugadores en el traspaso (presumiblemente Vidal y Rakitic) para llegar a esa cláusula de rescisión de 117 millones de euros. Este esfuerzo se debe a que en el Camp Nou le ven como el delantero del futuro para el club y, el sustituto a corto y largo plazo de Luis Suárez.

Neymar

Por último, no podía faltar el objetivo cada verano del FC Barcelona. Neymar JR comienza a ser relacionado con el club blaugrana en esta época del año, un rumor que continua siendo tendencia hasta que acaba el mercado de fichajes, y el brasileño se queda un año más en París. Su historia con el club blaugrana la conocemos todos, y aunque debería ser un motivo para no querer su vuelta, dentro de la directiva parece ser un aliciente.

Su fichaje (en el remoto caso de que se llegase a dar), rondaría los 150 millones de euros, una cantidad muy elevada para un jugador con problemas físicos y disciplinarios que, además, dejó al club no de la mejor manera. Tiene 28 años, y un sueldo desorbitado, de 37 millones de euros anuales, una operación que arruinaría por completo al club y dejaría las cuentas en números rojos.

La situación de cada jugador es diferente, y aunque parezca que es fácil decidir, es muy complicado moverse teniendo tantas opciones para vender y para comprar. Este mercado va a suponer un quebradero de cabeza si no se toman las decisiones correctas.

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