Se escucharon pitos cuando el jugador fue sustituido ante el Leverkusen. Simeone y el vestuario fueron los primeros en defenderle.
Que Koke no está pasando por su mejor momento de forma es algo obvio, ni él ni el equipo en general. Pero el episodio vivido el pasado martes es algo que no se puede justificar tratándose de quién estamos hablando. Fue en el minuto 70 de partido cuando Simeone decidió cambiar a Koke por Morata y en ese momento se escucharon pitidos de una parte del Metropolitano dirigidos al capitán. Koke se ha ganado el respeto de toda la afición y es por eso que resulta difícil de comprender ese feo gesto por parte de una zona de la grada.
Koke es el mejor jugador que ha salido de la cantera en los últimos años y ha demostrado un amor eterno a los colores. Recordemos que rechazó suculenta oferta del Barcelona, al igual que de otros equipos de la Premier League.
Ha ido avanzando como jugador y como persona siempre de la mano de este equipo: ha levantado prácticamente todos los títulos a nivel de clubes, ha representado como nadie lo que significa llevar la camiseta del Atlético de Madrid y, este año, ha tomado el brazalete de capitán.
Pese al mal momento en el que está, Koke no deja de ser una pieza fundamental en el centro del campo. A la que encuentre el buen estado de forma volverá a ser indiscutible porque todos saben de lo que es capaz de hacer. Tampoco hay que olvidar el sacrificio de Koke en cada partido, se deja el alma en el campo y es el primero en dar la cara cuando las cosas salen mal. Hay que ser un poco más justo con Koke: es una leyenda del Atlético y se ha ganado el respeto de todos los colchoneros a lo largo de su carrera.
