Como cualquier seguidor del fútbol inglés sabe, el West Ham es un histórico club aunque actualmente en horas bajas.
Se encuentran los dieciseisavos en la tabla con 22 puntos, a 2 del descenso pero con un partido más, es decir que si el Bournemouth y el Aston Villa ganan esta jornada el equipo londinense entraría en la zona de descenso, una situación muy preocupante ya que cuentan con plantilla de sobra para mantenerse e incluso aspirar a algo más, con nombres en sus filas como Sebastián Haller o Felipe Anderson.
El mes pasado se confirmó la destitución del anterior entrenador Manuel Pellegrini para el renombramiento del que ya fue su entrenador dos temporadas atrás, David Moyes. El técnico escocés que parecía que podía levantar al equipo tras la aplastante victoria por 4 a 0 ante el Bournemourh el uno de enero, pero que ayer volvió a perder contra el Sheffield United. El conjunto del London Stadium afronta en las dos próximas jornadas dos partidos muy complicados a la vez que importantes para los Hammers, estos son el Everton de Carlo Ancelotti, el cual está dejando muy buenas sensaciones tras la contratación del italiano aunque quedaron eliminados de la FA Cup en el derby de Merseyside contra los suplentes del Liverpool. Y contra el equipo revelación de la temporada, el Leicester City.
Está pésima situación se debe en gran medida a su fragilidad defensiva y su inseguridad en portería, ya que su primera opción Lukasz Fabianski ha estado lesionado hasta hace una semana, lo que desenvocó en la titularidad del español Roberto Jiménez Gago que lejos de un buen nivel ha cometido diversos errores que han costado bastante caro a los Hammers.
Veremos como se refuerzan en el mercado invernal para intentar mantener la categoría. Pero sin fichajes en este mercado invernal la temporada no pinta nada bien para los Irons.