El central brasileño del Real Madrid se está haciendo poco a poco un hueco en el equipo gracias a sus buenas actuaciones.
A medida que han ido avanzando las jornadas un nombre se ha ido haciendo hueco en los onces de Zinedine Zidane. Éder Militão se está convirtiendo en una herramienta muy útil para el francés. Bien sea como recambio de uno de los titulares cuando está lesionado (el caso de Sergio Ramos este sábado ante el Sevilla) o como excusa para hacerlos descansar (como a Varane contra el Athletic).
Y el caso es que la apuesta le está saliendo a pedir de boca a ‘Zizou’. Con el brasileño de 22 años sobre el césped sólo perdieron ante el Mallorca en Son Moix y PSG en París. Ha participado en 8 partidos de Liga y 2 de Champions: 7 victorias, 1 empate y 2 derrotas. El balance no es nada malo (aunque mejorable) y se nota en él un gran crecimiento individual.
Sus actuaciones lo avalan
Si nos remontamos a sus dos participaciones más recientes encontramos la de Getafe primero y de Sevilla después, ambas en competición doméstica. Ambas con victoria. Y ambas con un gran central en el que confiar. En Getafe fue el acompañante de un Raphael Varane desatado, que marcó el segundo de su equipo y propició el primero molestando a David Soria, que falló. Gran partido el que cuajó el brasileño, sacando el balón bien desde atrás cuando el equipo lo necesitaba, rompiendo alguna línea. Contra el Sevilla más de lo mismo. Formó pareja con Varane en la zaga, y aunque se vieron bastante asfixiados por la presión alta de los ‘azulones’ y por el dominio del equipo ‘hispalense’ en la primera mitad, supieron solventarlo con nota.
Portería a cero en el Coliseum y dos goles encajados ante los de Nervión (uno de ellos anulado, por falta previa sobre el propio Eder). Militão es ya el tercer central de su entrenador y está empezando a perfilarse como el futuro de la defensa blanca, con la vista puesta en el retiro de Ramos. Es junto con Mendy el fichaje que más rendimiento está ofreciendo hasta el momento, a la espera de que Rodrygo Y Hazard adquieran continuidad y de que Jovic empiece a demostrar que no echa de menos Frankfurt.
