Brandon y Borja García aprovecharon dos regalos de Son y René para sentenciar el choque en la primera mitad ante una Ponferradina estéril.
Girona y Ponferradina se veían las caras en la vigésimo novena jornada. El conjunto gerundense, en pleno auge, cuajó un partido completo. Sólidos atrás, agresivos en todo el campo y eficaces de cara a portería, el Girona completó el partido más solvente de la temporada.
Cuando las cosas van bien, más vale no tocarlas. Y así lo hizó Martí. Con la baja trascendental de Stuani, el técnico mallorquín situó a Brandon en punta y Jairo en banda. Por otro lado Gumbau ocupó el sitio de Rivera.
Un chute de Granell en el primer minuto, mostraba que el Girona iba a por la victoria. El primer cuarto de hora fue una muestra de intensidad y agresividad gerundense que provocó un error clarividente de Son, que Brandon no perdonaría para adelantar al Girona.
El conjunto de Martí ya había hecho lo más difícil, adelantarse. Aday y Borja García lo intentarían después con dos disparos que saldrían lamiendo el palo. Poco a poco la Ponferradina iba avanzando metros, sin generar peligro. Parecía que el Girona había perdido fuelle, pero en un centro sin peligro René, no blocaría el balón, dejando un balón franco que Borja no perdonaría para poner el segundo en el marcador.
El Girona tenía el partido encarrilado, pero hacía falta rematar la faena. En la segunda mitad el Girona no se complicó la vida. Sin conceder ni una sola ocasión dejaría morir el partido ante una Ponferradina anodada. Bolo intentaría revolucionar el partido con la entrada de Kaxe y Asier Benito y la Ponfe estuvo apunto de marcar en un lanzamiento al larguero de Ríos Reina.
Martí daría entrada a Samu Sáiz y Rivera para tratar de aumentar la ventaja. Aday y Àlex Gallar, este último entraría en detrimento de un ovacionado Brandon, tendrían el tercero en sus botas, pero René y la mala fortuna evitarían que el Girona aumentase la ventaja.
Al final el 2-0 dejó satisfecho a la afición, consciente de que el equipo debe sumar de tres. Esta victoria, a expensas de lo qué hagan Zaragoza y Huesca, deja al Girona a tres puntos del ascenso directo. La semana que viene los pupilos de Martí visitan el siempre complicado campo del Mirandés.
