El conjunto de Jürgen Klopp sufrió este pasado domingo una humillación histórica por parte de ‘The Villans’
El Liverpool acumula 11 goles en contra después de 4 partidos y se coloca quinto en la tabla clasificatoria. Muy mala imagen del actual campeón de la Premier que subestimó el poderío ofensivo del Villa. Preocupante actuación sin Thiago ni Mané que deja en entredicho a la plantilla.
Klopp no pudo revertir la situación en el descanso con el 4-1 en el marcador y el partido comenzó la segunda parte con la misma tónica. Además el equipo comienza a echar en falta a su portero titular, Alisson Becker, que seguirá varias semanas de baja.
Defensa con balón
Uno de los factores que mejor explican la debacle de los ‘reds’ es la falta de Thiago, baja por Covid-19. Cuando un equipo tiene a Thiago Alcántara en el medio del campo se puede asegurar defender bien, gracias a la circulación fluida que permite el español. Fabinho, a priori el encargado de la defensa con balón en el partido, no supo interpretar lo que necesitaba su equipo.
La defensa del Liverpool fue un auténtico descontrol desde el minuto 1, desbordada ante el ataque de los de Birmingham. Sin embargo la falta de un hombre que permita al equipo defender con balón, hizo que el Liverpool afrontara un ‘correcalles’, que no favoreció nada a la defensa.
Ningún defensa ni medio del Liverpool fue capaz de parar las internadas de Barkley desde segunda línea, Watkins y Grealish estuvieron desatados y Trezeguet hizo muy buen trabajo en banda. Ante esta situación una de las pocas opciones del equipo de Anfield era resguardarse con la posesión.
Ocasiones desaprovechadas
A pesar de que el Villa comenzara de una manera muy buena el partido, el Liverpool dispuso de muchas ocasiones al principio. La ausencia del senegalés Mané significó la titularidad de Diogo Jota, que no supo finalizar sus ocasiones. Firmino tampoco estuvo del todo fino, falló un par de mano a mano frente a Emiliano Martínez que habrían significado el empate en los primeros minutos.
La segunda línea consiguió llegar con Keita y Wijnaldum, pero estos tampoco estaban finos al pisar el área. Ni Robertson ni Arnold ofrecieron el nivel que estamos acostumbrados a ver, uno de los factores que explican este resultado, debido a la importancia de ambos en el conjunto ‘red’.
Salah fue el único capaz de abrir la lata por dos veces para los visitantes, aunque tampoco fue un buen partido del egipcio. Los rebotes favorables a los locales tuvieron mucha importancia, no obstante no fueron fruto de la casualidad, el conjunto de Dean Smith salió mucho más concentrado e intenso.
Consecuencias
Para el Liverpool esta derrota debe servir para aprender del error más grave de este equipo, el exceso de confianza. El resultado es un duro golpe anímico para un conjunto de futbolistas bastante fuertes mentalmente, pero que no se han enfrentado a una situación así.
A nivel clasificatorio la derrota no es tan dura si solo nos fijamos en el ‘top six’, pero la realidad es que han aparecido equipos como el Everton o el Villa entre otros que han dado un salto cualitativo.
En un año en el que se prevén muchos puntos perdidos por parte de los grandes clubes cualquiera puede ganar la competición, y el Liverpool necesita asimilar rápido el golpe y ser muy regular en lo que queda de liga si quiere alzar de nuevo el campeonato.
