El conjunto catalán sigue sin ser lo regular que necesitaría para despuntar y colocarse arriba.
Aunque la temporada es muy largo y como quien dice, acaba de comenzar, el equipo de Francisco no termina de tener los resultados que le gustaría. Aunque tiene un partido pendiente por jugar, ante el Logroñés, el Girona está decimotercero a falta de que termine la duodécima jornada de liga. Lleva 15 puntos de 33 posibles, números que no favorecen a los catalanes.
Ya desde un inicio, el Girona tuvo que ver renovada su plantilla, con muchas bajas importantes, y otras altas con la esperanza de que dieran la talla. Un equipo nuevo que se debía de enfrentar a una nueva campaña, con nuevos objetivos. Francisco no pudo contar desde un primer momento con Stuani, quien se ha perdido gran parte de lo que lleva de temporada debido a un par de lesiones.
El uruguayo, como sabemos, fue la pieza clave del engranaje de un Girona que no funcionaba sin él. Ahora ha surgido la figura de Sylla, un buen delantero para los rojiblancos. Aun así, otros problemas como las sanciones o las lesiones de varios futbolistas de la primera plantilla, han venido mermando al club gerundense.
Otras bajas por lesión como las de Juanpe, Valery, Aday o Samu Sáiz han deteriorado al Girona a lo largo de la temporada, por lo que nunca ha podido mantener un once ideal con las ideas claras y un sistema de juego no solo definido por la pizarra del entrenador, sino también por sus futbolistas.
A esas bajas por molestias y lesiones se han sumado las múltiples sanciones por tarjetas rojas. Éstas han sido las de Luna, Franquesa, Monchu, Cristóforo, Bernardo, Sylla y las dos de Ramalho. En total ocho bajas de siete jugadores titulares para el técnico almeriense. Veremos si a lo largo de las jornadas recuperan a estos jugadores y toman el control para meterse en la parte alta de la tabla.