Con el futuro de Sergio Ramos y David Alaba sin resolver, suena Pau Torres como alternativa para reforzar la zaga merengue
Diario Marca informó sobre la estrecha relación que tienen Real Madrid y Villarreal. Exceptuando la cesión fallida de Takefusa Kubo, el íntimo vínculo entre ambos perdura. Por ende, el conjunto blanco accedería con más facilidad que otros clubes interesados como el Bayern de Múnich.
A día de hoy, Pau es el estandarte principal de la defensa de Unai Emery e incluso, Luis Enrique le tiene en un pedestal en el combinado nacional. Y es que, con 25 años, se encuentra en una edad idónea para dar el salto y embarcarse hacia nuevos horizontes.
El canterano groguet lleva vistiendo la elástica del submarino amarillo desde prácticamente que tenía uso de conciencia. Tras un curso de Erasmus en Málaga, su consolidación en el primer equipo ha sido inmediata.
Actualmente, es el futbolista más costoso del Villarreal, con un valor de mercado de 60 millones de euros. A priori, el precio es elevado, ya que apenas lleva dos campañas en la élite. No obstante, su adaptación sería inmediata además de presente y futuro.
Que se produzca su traspaso interesa al conjunto malaguista, ya que recibirían un 0,5% de beneficio -300.000 euros-. El capital en La Rosaleda escasea y suspiran para que dicho movimiento ocurra.
Pau puede decir con total seguridad que está en la mejor etapa de su carrera. Su poderosa envergadura (1.91m) y las condiciones que posee hacen que la directiva grogueta se frote las manos.
Codiciado en el mercado
Manchester United y FC Barcelona estarán al acecho, aunque las pretensiones económicas que el Villarreal implora, son inasumibles para sendas entidades. 50 millones de cláusula de rescisión y con contrato vigente hasta 2024. Quien verdaderamente desee sus servicios, deberá desembolsar una cantidad considerable.
Los blancos son los que más interés han mostrado estas últimas semanas y en vísperas de una resolución sobre el futuro del capitán como madridista, el Real Madrid ya se sumerge en el mercado.
