La plantilla del primer equipo burgalés y el cuerpo técnico han hecho oficial un comunicado junto con la AFE exponiendo los problemas económicos del club
Desde hace meses los rumores sobre los impagos recorren la ciudad burgalesa. Y es que los nuevos propietarios del Burgos CF, la familia Caselli, no está siendo del todo transparente con su afición. En esta última temporada, al parecer, no habrían cumplido con los establecido con el Burgos Promesas haciendo que la entidad de Castañares tuviese que renovar su plantilla al completo en el mercado invernal. De igual forma, el conjunto blanquinegro fue expulsado de la ciudad deportiva de la otra entidad burgalesa. De esta forma, la directiva del Promesas anunció que no espera continuar con este acuerdo de cara a la siguiente campaña.
Todos estos escándalos han acabado con un comunicado emitido por la Asociación de Futbolistas Españoles junto a la plantilla y cuerpo técnico del Burgos. En este anuncio oficial, han puesto en conocimiento la situación financiera real del conjunto burgalés. Así lo han expresado los propios futbolistas a través de 5 puntos, en los que han aclarado los rumores que desde hace meses revolotean en la afición blanquinegra.
En el primer punto del comunicado se han disipado todas las dudas sobre los impagos. Han expresado que: «Son numerosos los impagos sufridos por todos los trabajadores del club. Desde los jugadores hasta el personal de oficinas, pasando por la dirección deportiva, el cuerpo médico, el cuerpo técnico o el delegado.» Además han añadido que actualmente se les adeudan tres mensualidades a los trabajadores de oficinas y a los miembros de la dirección deportiva. A su vez, han querido explicar «la incertidumbre que los impagos generan tanto a los miembros del club como a sus familias«. Añadiendo que la situación es «insostenible» y que «los actuales propietarios no ponen solución».
En el segundo punto han expresado que: «La precaria situación económica del club y la falta de pagos a terceros afecta directamente al trabajo diario del equipo». Añadiendo que han tenido que «dejar de usar herramientas fundamentales para la dirección deportiva». En el tercer punto han demandado también una total falta de recursos alegando que «no se puedan afrontar gastos del día a día». Y es que al parecer, los jugadores no contarían con alojamiento en sus desplazamientos, ni con agua embotellada y material deportivo. Esto habría afectado también a la obtención de test de coronavirus que «se han de pasar periódicamente gracias al desempeño y dedicación de los trabajadores de oficinas».
En el cuarto punto del comunicado han dejado claro que los actuales propietarios conocen de sobra la situación. Pues según han declarado que: «Tanto desde la plantilla como desde el cuerpo técnico han sido numerosas las peticiones a los actuales propietarios para que pusieran fin a la situación». También resaltan que en respuesta a estas peticiones solo han encontrado «promesas que no se han cumplido». Por esto, han visto como algo obligatorio poner en conocimiento de la afición esta situación para poner fin a esta peculiar situación.
Por último, en el quinto punto del comunicado, los jugadores han dejado claro su nivel de implicación. «Queremos resaltar nuestro absoluto compromiso con lo que representa el Burgos Club de Fútbol, la ciudad de Burgos y todos los aficionados». De esta forma han expresado también que: «Los problemas manifestados llevan sucediendo desde hace meses sin que hayan afectado al rendimiento deportivo». Todo esto debido a la profesionalidad de jugadores, cuerpo técnico y demás trabajadores del club. Y han finalizado el comunicado con: «seguiremos ofreciendo lo máximo para conseguir los objetivos que quedan por delante en aras de salvaguardar el futuro del Burgos CF».
Ahora, con tan solo una jornada por delante de la segunda fase antes de viajar al play-off, llega esta noticia. El conjunto burgalés, que ha completado una gran campaña, ha finalizado campeón de su grupo y luchará por conseguir el ascenso. Los problemas económicos ya azotaron en el pasado a este equipo, que ya sufrió hasta dos refundaciones. Es por eso que la afición burgalesa se muestra inquieta y temerosa ante esta situación financiera. En las últimas semanas, el cambio de manos está sonando con fuerza, con una salida de los Caselli y la llegada de nuevos propietarios. Sin embargo, por el momento no son más que rumores. Ahora el sueño del ascenso, podría acabar en la pesadilla de los impagos.