Esta jornada nos ha dejado el descenso de la SD Eibar, que se despide de la Primera División después de 7 temporadas entre los más grandes
Era un 25 de mayo de 2014 y el Eibar conseguía por primera vez en su historia el ascenso a la máxima categoría del fútbol español. Los armeros, que ya eran uno de los clásicos de las divisiones bajas de nuestro fútbol, llegaban así a Primera con la firme intención de quedarse. Todo comenzaría con aquel gol de Javi Lara, el primero del conjunto vasco en primera, y con una primera vuelta de campeonato para el recuerdo. Los Garitano, Ander Capa, Dani García, Saúl Berjón y compañia conseguían meterse en la zona media alta de la tabla, haciendo saltar la sorpresa. Una segunda vuelta pobre, les condenaría al descenso en la última jornada, de que se libraron por el descenso administrativo del Elche.
Esta vez ha sido muy diferente la historia, y es que este descenso no deja de ser la crónica de una muerte anunciada. En las últimas campañas, Mendilibar había conseguido salvar al equipo casi al final. Y como dice el dicho, «tanto va el cántaro a la fuente…», que finalmente el cántaro termino por romperse. En un cruel partido en el que el Valencia le endosaría 4 tantos, y después de haber peleado contra viento y marea durante las últimas jornadas de liga, llegó el final del sueño armero. No lo haría sin luchar, pues esta parte final de la temporada hizo que la afición se aferrase a la idea de ver a su equipo un año más en primera. Sin embargo, esta vez la historia no tuvo un final bonito.
Durante años, la SD Eibar vio como sus mejores jugadores salían del equipo, algunos sin ni siquiera reportar un aporte en las arcas del club. Después de un gran año, Borja Bastón puso rumbo a Inglaterra, al estar cedido no reportó ganancias. Por algo más de medio millón salió Raúl Albentosa en invierno. Los Bóveda, Ángel Rodríguez, Pere Milla, Javi Lara o Berjón salieron del equipo. Con destino Athletic saldrían también Ander Capa y Dani García más tarde. Hombres clave como Takashi Inui o como Gonzalo Escalante también salieron del equipo. Jugadores muy difíciles de sustituir como Joan Jordán o como el propio Marko Dmitrovic.
El Eibar, que siempre fue de los equipos con menos presupuesto de la categoría, vio en Segunda División su mercado. Parecía funcionarle, hasta que los fichajes no dieron el rendimiento esperado y eso les ancló a la zona baja. Sin embargo, el equipo siempre dio la cara, sin quizás el juego más vistoso, pero mostrándose sólido defensiva y ofensivamente. Un juego que este año ha sido insuficiente para salir del pozo del descenso. En una parte, por esta dichosa pandemia que ha dejado los estadios vacíos. Mendilibar así lo expresó «nos han faltado esos puntos que sumábamos en Ipúrua», y es que el feudo y la afición armeras eran capaces de ganar partidos ellos solos.
Milesker SD Eibar
Solo nos queda dar las gracias y el eskerrik asko a la SD Eibar. Gracias por devolvernos por 7 temporadas aquel fútbol de garra y barro del que nos hablaban nuestros abuelos. Milesker por convertirte en uno de esos equipos humildes capaces de derrotar a los más grandes. Gracias por luchar a tu manera contra este negocio de ricos y egoístas en que se está convirtiendo el fútbol. Milesker por recordarnos que para cumplir un objetivo, antes de enfrentarnos a él debemos soñar con conseguirlo. Gracias y mil gracias por devolver la humildad, el coraje y la ilusión a este nuestro fútbol.
La SD Eibar se ha colado en el corazón de aficionados de distintos equipos. Es por eso, que la despedida de la gran mayoría de personalidades del fútbol ha ido acompañada de un «hasta pronto», pues aunque aún no ha acabado tu periplo en primera, algunos ya te estamos echando de menos.
SD Eibar, el pequeño guerrero entre gigantes.
