Leo y la Copa América; dos elementos que se han estado esquivando durante la última década, pero que se han vuelto a citar el domingo en Maracaná
Argentina, un país grandioso y conocido por sus 2 Mundiales y sus 14 Copas América. Aquella tierra maradoniana que fue sucedida por un chico del Newell ‘s. El dorsal ‘10’ dejó de codearse con el metal cuando Maradona lo colgó en la percha, y ha estado rebozándose en polvo sin verse acompañado de lujuria.
El escalafón que dejó ‘El Pelusa’ en la albiceleste para muchos es inalcanzable: el Mundial de 1986. Uno de los campeonatos más recordados, sobre todo, por cómo Maradona bailó a Inglaterra con “El Gol del Siglo”, privandoles de ser semifinalistas. A posteriori, el legendario barrilete cósmico llevó en volandas aquel Mundial a su patria querida. Fue entonces cuando Argentina le creó un altar, del cual nunca parece que bajará.
Sin embargo, cabe destacar que cualquier futbolista perteneciente al elenco argentino, es atizado con dureza por la falta de éxitos. En los últimos años, el mayor damnificado ha sido Lionel Andrés Messi Cuccittini, más conocido como Leo Messi. El rosarino, ganador de 6 Balones de Oro, está sometido a una presión desorbitada debido a los logros que ha cosechado con la franquicia culé. Es más, entre Maradona y Messi hay más parecidos de los que algunos niegan, y quizás por ello arremeten contra su persona. Ambos portan la ‘10’, son bajitos, habilidosos, referentes en sus respectivos clubes, ganadores de un Mundial con la sub-20, entre otras semejanzas.
Al rosarino se le desacredita por no haber conquistado un Mundial con la absoluta en 2014, pero por esta misma regla de tres, a Maradona se le debió reprochar el no contar con un Oro Olímpico. Por ello, las comparaciones son absurdas. Cada jugador se ha forjado en condiciones totalmente paralelas: con compañeros y rivales diferentes, con entrenadores distintos, etc. Por ende, cuesta comprender los dardos cargados de veneno por parte de un sector de la afición argentina.
Unidos por un mismo destino
Trágicamente, Maradona falleció el pasado 25 de noviembre de 2020. El mundo del fútbol estuvo, está y estará de luto tras su pérdida. No es tiempo de guerras, sino de reconciliaciones. Cómo bien expuso Diego en 2009 en plena clasificación para el Mundial: “Yo soy o blanco o negro, gris no voy a ser en mi vida”. La enemistad no guía por ningún sendero y sería idílico aplicar esta aportación del Pelusa. Argentina debe encontrarse unida por un mismo destino: la Copa América.
Desde 1993 en Ecuador, la albiceleste no ha vuelto a acariciar el cetro americano. Maradona y Messi tampoco. Al lanusense se le resistió en 1979, 1987 y 1989. Donde más cerca estuvo fue con Argentina como anfitriona, en 1978. Pero Uruguay, a manos de Alzamendi, silenció el Estadio Monumental.
Leo, a diferencia de Diego, ha alcanzado tres subcampeonatos: en 2007, 2015 y 2016. De la misma forma que Maradona, siendo Argentina local en la Copa América en 2011, cayó frente a Uruguay. Nadie sabe mejor que Messi lo que es quedarse con la miel en los labios y a centímetros de la consagración. Pese a ser el efectivo de la albiceleste con más participaciones en dicho certamen, ‘La Pulga’ ha sido pisoteada cinco veces. Reuniendo todos estos factores, la voracidad de Leo el próximo domingo es inimaginable. Observando sus estadísticas, sabemos que el ex capitán culé se encuentra a una diana de cuajar la mejor campaña de su trayectoria en este torneo. En 2016, cosechó un total de 5 goles y 4 asistencias, y en este 2021 suma 4 tantos y 5 asistencias en su casillero.
Probablemente su último baile en dicho campeonato, y su última final de Copa América ante Brasil. En 2007, los brasileños derrotaron a Argentina por 3 a 0 en Venezuela. Primera cruz para Leo, quien lucía el ‘18’ y apenas despegaba en su carrera. Actualmente, en los últimos coletazos de su carrera, luce el ‘10’. Dorsal de Maradona y de Messi. Los dos comparten el mismo objetivo desde distintos lugares. Dejemos las comparaciones, que son odiosas. Ambos dirigen el mismo barco, el de la Selección Argentina. Hoy y siempre, por ‘El Pelusa’ y ‘La Pulga’. ¿Conseguirán desquitarse de los fantasmas del pasado?
