Iker Muniain dió la cara esta semana en rueda de prensa tras un verano entre la decepción, la “polémica” y el cuestionamiento de su capitanía
El final de curso del Athletic Club fue abrupto para todas las esperanzas que había puestas en él. El equipo acabó perdiendo dos finales de Copa en 14 días, sin competir en ninguna y con una sensación terrible de estar atenazado bajo las garras del miedo a perder. El descontento de la afición recayó sobre la plantilla y el máximo exponente de la misma es su capitán, Iker Muniain.
Autodefensa y coberturas
De esto precisamente hablaba el jugador navarro en una rueda de prensa concedida en el inicio de la pretemporada rojiblanca. En ella, Muniain defendió su sentimiento zurigorri frente a las críticas recibidas. El capitán rojiblanco aseveró, en relación a la famosa fotografía encendiéndose un puro, que “soy consciente de lo que significa representar al Athletic los 365 del año” y “nadie me va a dar lecciones de lo que es sentir al Athletic”. Se mostró comprensivo con el enfado generalizado de la afición, pero también reivindicó los 16 años que lleva en el Athletic. Compromiso incuestionable.
Además, a la intervención de Iker Muniain se sumó la de su entrenador. Preguntado en Saint Gallen (lugar donde el Athletic realiza su primer tramo de pretemporada), Marcelino quiso pronunciarse a raíz de este tema. El técnico asturiano expresó su apoyo al buque insignia de la plantilla que dirige.
“Yo quiero que un futbolista cuando está de vacaciones disfrute y cuando está trabajando que trabaje”
Marcelino García Toral
Sin duda, a Iker Muniain le habrá gustado sentirse respaldado por su técnico. Por otro lado, para nada sorprendente dada la buena sintonía de la que gozan desde el inicio.
¿Y qué es el Athletic?
En un club tan genuino, no solo basta con ser el capitán, también hay que parecerlo. El capitán es la máxima representación de todo un pueblo entero. Caso único en el fútbol que no pisa el ámbito de las selecciones. El sentimiento en Bilbao por la rojiblanca, San Mamés, Lezama, la gente de casa, el aspirante a «one club man»… No tiene nada que ver con el 99’9% de las capitanías representativas en el resto del panorama futbolístico mundial.
Una forma única de entrelazar fútbol y maneras de ver y vivir la vida. Iker Muniain lo sabe. Tres lustros o más de media vida en el Athletic Club le avalan. Con su estilo, que por supuesto no causa unanimidad, pero con una fidelidad incombustible a los colores. Los nostálgicos de tiempos heroicos tendrán que adaptarse. Y es que se le podrán discutir muchas cosas al bueno de Iker, pero su compromiso con el Athletic en la posición de primer capitán está fuera de toda duda.