Inmerso en un proceso de reconstrucción, el RB Leipzig solo ha conseguido una victoria en este inicio de temporada y los nervios empiezan a flotar en el ambiente
Las salidas de Upamecano, Konaté, Sabitzer y, sobre todo, Nagelsmann, el capitán de la nave, han provocado que el RB Leipzig se haya tenido que sumir en un proceso de reconstrucción de cara a esta temporada. Sin embargo, Jesse Marsch no está consiguiendo dar con la tecla del equipo en este inicio de Bundesliga.
Cambio radical en el sistema
En los años que Nagelsmann estuvo al frente del RB Leipzig, el equipo se caracterizó por practicar un fútbol agresivo, vertical y revolucionario. La contratación de Jesse Marsch tenía como objetivo encontrar a un entrenador que conociese la casa y tuviese una adaptabilidad relativamente sencilla a la entidad.
Sin embargo, el entrenador norteamericano ha propuesto un cambio radical en el esquema de juego. El 3-4-2-1 de Nagelsmann ha mutado a un 4-2-3-1. Aunque parezca que el sistema puede parecer mucho más ofensivo, la realidad es que el RB Leipzig ha perdido la capacidad que tenía de sorprender a través de sus carrileros, convirtiéndose en un equipo mucho más previsible.
Los más damnificados por este cambio de sistema son los propios carrileros: Mukiele y Angeliño. Con Nagelsmann tenían total libertad para sumarse al ataque, donde, sobre todo el español, eran decisivos para dar amplitud al campo y que sus compañeros pudiesen cargar el área. Ahora, con un hombre menos para cubrirles las espaldas y un extremo por delante, los dos laterales han visto cortada su vocación ofensiva y, además, tienen mucho más trabajo en facetas defensivas.
Pólvora mojada arriba
En este inicio de temporada, el RB Leipzig solo ha sido capaz de anotar 6 goles en las primeras 5 jornadas. La temporada pasada, uno de los principales problemas a los que tuvo que hacer frente el equipo fue la salida de su máximo goleador, Timo Werner. La llegada de André Silva iba destinada a paliar la baja del delantero alemán y recuperar los goles que se perdieron con su marcha la pasada campaña.
Sin embargo, el ariete portugués no está tan fino de cara a puerta como la temporada pasada y únicamente ha anotado 1 gol en las primeras 5 jornadas. Además, sus compañeros en línea de ataque tampoco están especialmente resolutivos de cara a puerta. Entre Szoboszlai, Nkunku y Dani Olmo solamente han anotado 2 goles. Y los 2 tantos han sido obra del mediapunta húngaro.
El equipo hace aguas atrás
En el apartado defensivo, las cosas no están saliendo mucho mejor. A estas alturas de campeonato ya han recibido 7 goles en contra. Es decir, el RB Leipzig lleva más goles en contra que a favor esta temporada. Sin duda, un equipo que tiene como objetivo luchar por el título de la Bundesliga no puede seguir en esta dinámica.
El cambio de sistema ha sido radical y que el equipo puede que esté más desprotegido, pero tienen que empezar a cortar la hemorragia. Es cierto que 4 de esos 7 goles se los endosó el Bayern de Münich. Pero, si quiere sentarse a comer en la misma mesa que los bávaros y competirles la Bundesliga, no pueden permitirse ser un equipo vulnerable atrás.
Las sensaciones no están siendo las mejores en este inicio de temporada para el RB Leipzig. Pero si quieren, ya no solo pelear por la Bundesliga, si no entrar en UEFA Champions League la próxima temporada, Jesse Marsch tiene que empezar a dar con la tecla de este equipo. El primer paso para cambiar la dinámica lo tendrán este sábado frente al Hertha de Berlín.