Julian Nagelsmann comienza a poner su sello de identidad tan característico en el Bayern de Münich y empieza a probar con esquemas diferentes
Tras unos primeros partidos en los que el Bayern de Münich de Julian Nagelsmann dejó alguna que otra duda, sobre todo a nivel defensivo, el equipo ha ido cogiendo confianza y está empezando a meter velocidad de crucero.
En el último partido de Bundesliga, Nagelsmann se atrevió, por primera vez esta temporada, a probar con su ya característico 3-4-2-1. ¿Conseguirá darle continuidad a esta idea de juego?
Nagelsmann recoge la herencia de Flick
Aunque Julian Nagelsmann sea uno de los entrenadores más prometedores del planeta, hemos comprobado cómo, en su inicio al frente del Bayern de Münich, ha andado con pies de plomo. El entrenador alemán ha querido simplificar lo máximo posible su aportación de matices de juego en el Bayern de Münich en beneficio de seguir potenciando lo que había funcionado hasta el momento.
Hansi Flick hizo del Bayern de Münich una máquina prácticamente perfecta para dominar allá por donde fuese en Europa. Bajo un estilo de juego basado en la presión intensa, rápida circulación de balón y ataques verticales, Nagelsmann ha decidido recoger la herencia dejada por Flick y darle continuidad a la idea de juego.
Sin duda, Nagelsmann no se siente incómodo en este escenario, ya que estos tres matices forman parte de la “Biblia” de su estilo de juego.
Los nuevos matices de Nagelsmann en el Bayern de Münich
Los problemas del Bayern de Münich en el lateral derecho han propiciado que Nagelsmann tuviese que inventar alguna solución de urgencia. La baja de Pavard en las primeras fechas del curso le abrió la puerta de la titularidad a Stanisic. Si bien cumplió, tampoco podemos destacar grandes actuaciones del central croata, sobre todo a nivel ofensivo.
Es en este momento en el que Nagelsmann intenta probar con Süle como lateral derecho, pero con un rol diferente. En salida de balón, el Bayern de Münich dibujaba una línea atrás de 3 centrales mientras que Davies cogía mucha altura en el terreno de juego.
Con la vuelta de Pavard, Nagelsmann probó con una línea de 3 atrás bien definida y con el lateral francés y Alphonso Davies en los carrileros. Sin duda, este sistema beneficia mucho a Alphonso Davies, ya que se encuentra mucho más liberado de tareas defensivas. El problema es que Pavard no es un lateral que destaque en la faceta ofensiva en exceso. Es por ello que, aunque Nagelsmann se sienta a gusto con este dibujo, parece que el Bayern no tenga los jugadores idóneos para practicarlo.
Alternativas y casting abierto para el carril derecho
El interés del Bayern de Münich en el último mercado de fichajes en Hudson-Odoi y Ridle Baku parece que iba encaminado a construir un sistema con carrileros ofensivos. Ante la imposibilidad de incorporar a ninguno de estos futbolistas, Nagelsmann podría inventar en su laboratorio un nuevo carrilero.
Una de las primeras opciones sería colocar a Joshua Kimmich en el carril derecho y darle la alternativa en el equipo titular a Marcel Sabitzer. Si bien el Bayern de Münich ganaría mucho en materia de centros laterales de calidad con el alemán de carrilero, perdería a uno de los mejores centrocampistas del mundo en su posición ideal y en la que es más determinante.
La otra opción más asequible sería reinventar a Kingsley Coman en la posición del carril derecho. Aunque el Bayern ganase una barbaridad a nivel de profundidad, amplitud y desborde, el déficit a nivel defensivo podría ser demasiado grande. Eso sí, si Nagelsmann colocase a Pavard como central derecho, podría proponer un sistema asimétrico en el que Coman fuese carrilero en ataque y extremo en defensa.
Aunque la plantilla del Bayern de Münich pueda parecer que es un poco corta, la polivalencia de sus jugadores y la capacidad de invención Nagelsmann le convierten en un equipo que puede proponer diferentes esquemas e ideas de juego según el rival al que se enfrenten. Ahora solo queda comprobar si Nagelsmann se atreve a seguir dando continuidad al dibujo de tres centrales.