El jugador francés ha recuperado ese nivel mostrado en el Mónaco y que le llevó a ser campeón del mundo, donde solo quedó Simeone como único apoyo
El Atlético de Madrid se ha marchado con grandes sensaciones a este paron de selecciones. Y si hay un gran culpable en ello, ese es Thomas Lemar, quién se volvió a reafirmar ante AC Milán y FC Barcelona.
La actuación frente al conjunto italiano fue exquisita. Pero, si los aficionados rojiblancos se habían quedado con ganas de más, el sábado en un Metropolitano a rebosar, dio una masterclass donde logró anotar un gol y repartir una asistencia en el segundo de Luis Suárez.
Simeone: “Créanme, es muy bueno”
Pero, si a alguien le debe la vida Thomas Lemar, ese es su míster, Diego Pablo Simeone. Tras comenzar de manera turbia sus pasos por el conjunto rojiblanco, ha sido el propio Cholo quién siempre ha confiado en él, y nunca le ha dado opción a una venta, debido a su máxima confianza en el jugador.
Y el punto álgido de esta relación llegaría la pasada temporada cuando el Atlético visitaba Mestalla. El jugador en ese partido partía de titular ante la incredulidad de los aficionados de su equipo, donde desarbolaría a la defensa che y cuajaría un partido a la altura de lo que se le pedía.
Tras ello, el técnico rojiblanco compareció en rueda de prensa donde dijo lo siguiente del jugador: “Juega muy bien, créanme. No tenemos jugadores que tengan la conducción y el tiro con la pierna derecha que tiene”.
Estos halagos por parte de su técnico sirvieron para que sostuviera un buen nivel medio durante gran parte de la temporada y que se acrecentaría al final de la misma. Una temporada donde, a su vez, se proclamó campeón de Liga, conquistando un título más para sus vitrinas.
La temporada de la reconfirmación
Y, tras lograr volver a recuperar su nivel la pasada temporada, el comienzo de esta ha logrado que sea mejor. El mediocentro se ha adaptado a la perfección a su posición en el centro del campo rojiblanco y junto con Koke y Marcos Llorente, forman un gran peligro para los rivales.
Sus goles al RCD Espanyol y al FC Barcelona, no hacen nada más que, mostrar todo el trabajo que ha tenido detrás. Un duro y rocoso camino el que ha tenido que recorrer Thomas, que, tras sufrir en sus comienzos, ahora se muestra feliz con el resto de sus compañeros, de, lo que espera, sea otra gran temporada a nivel individual y colectivo.
Además, para su estatus personal, el jugador tiene la motivación de ser titular en la selección francesa junto a su compañero Antoine. Un objetivo de su técnico y suyo, que esperan lograr para alcanzar el próximo mundial al máximo nivel.