Si algo tiene claro Carlo Ancelotti en su segunda etapa en el Real Madrid es que no existen privilegios ni preferencias
Carlo Ancelotti dice vivir enamorado del Real Madrid. Eso sí, del club. Porque no se casa con ninguno de sus futbolistas. Enseñar el DNI a la entrada al estadio es un mero formalismo, porque los parámetros de ‘Carletto’ para alinear en los días de partido es meramente deportivo. Su filosofía en esta segunda etapa al frente del banquillo madridista es clara: quien trabaja juega, punto.
Si hay figuras importantes que repiten sin (casi) descanso es porque efectivamente su trabajo semanal y su rendimiento en la jornada son merecedores de que el italiano les cuelgue una medalla. Thibaut Courtois, David Alaba, Luka Modric, Karim Benzema, Vini… se han ganado el cartel de indiscutible del nuevo entrenador desde el primer día. Pero el resto tienen la difícil tarea de ganarse el respeto y la confianza de un técnico al que no le tiembla la mano a la hora de sentar superestrellas. Ya se vio en Everton con James Rodríguez, por ejemplo.
Otros como Fede Valverde, Rodrygo o Militao sí que han tenido que convencer al italiano de que están un paso por encima de sus compañeros y que realmente merecen empezar los partidos. El caso más llamativo es el del ‘21’ blanco, Rodrygo, que nunca fue indiscutible para Zinedine Zidane y ahora con Ancelotti estaba empezando a coger protagonismo. Hasta su lesión del fin de semana en Elche. Marco Asensio, Camavinga, Lucas o Marcelo son algunos de los hombres de la primera plantilla que se han visto relegados a un segundo plano. Será porque algo ha visto ‘Carletto’.
Dura la penitencia
Al igual que algo habrá visto en otros futbolistas como Luka Jovic o Isco Alarcón para no contar con ellos. En el caso del serbio, todo apuntaba a que sería el delantero titular del técnico para el partido de Elche, pero acabó dando la sorpresa con Mariano Díaz -que dio la talla. El del malagueño es todavía más incomprensible si cabe. Era uno de los hombres a los que ‘Carletto’ quería recuperar a su llegada al Real Madrid, pero tras un buen inicio de temporada una lesión le cortó las alas y actualmente nadie lo ubica en el mapa. Isco está desaparecido y prácticamente sentenciado a salir, incluso en enero.
Pero el que sin duda se ha llevado la peor parte por las decisiones del nuevo entrenador es Eden Hazard. El belga vive su tercer año como madridista, y sigue sin encontrar la fórmula que lo libre de las lesiones y le aporte por fin continuidad. Parecía que cogía poco a poco ritmo, pero llegó la Nations League a bajarle de nuevo al suelo. El propio Ancelotti explicó su situación en rueda de prensa: “Su problema es que ahora el entrenador prefiere a otro”. La perfecta demostración de que ‘Carletto’ no tiene favoritos, solo soldados.