El ariete serbio fue clave en la victoria del Real Madrid ante la Real Sociedad con una asistencia a Vinícius y un gol de cabeza
Era el verano de 2019, y el Real Madrid conseguía sacar a Luka Jovic del Eintrach de Frankfurt. El serbio había demostrado ser uno de los mayores proyectos de delantero centro en el continente europeo, y tenía ante sí su gran oportunidad. Sin embargo, desde su llegada al conjunto blanco no consiguió adaptarse como es debido al equipo. Algunas lesiones, problemas de adaptación y, sobre todo, el alto nivel de Karim Benzema le dejaban sin opciones. Tuvo que salir cedido en el anterior mercado de invierno como cedido al Eintrach, donde se reencontró vagamente consigo mismo.
En los 8 partidos que había disputado hasta ayer, el serbio se había mostrado tosco, sin confianza e incluso con una aplastante disconformidad. Como si él mismo se viese incapaz de mostrar su mejor nivel. Tampoco parecía ayudarle contar con los últimos minutos de partidos cerrados y abruptos como base de pruebas. Ayer, sin embargo, le llegaría su gran oportunidad. Karim Benzema caía lesionado en la primera mitad, teniendo que ser sustituido. En ese momento, en el que Carlo Ancelotti tuvo que mirar a su banquillo en busca de un delantero, se encontró con el serbio.
Había llegado su hora, el momento de demostrar que a pesar de todo continúa siendo un delantero más que valido para el Real Madrid. No conseguiría arrancar bien, mostrándose apático en la presión y teniendo que ser recolocado en varias ocasiones desde el banquillo blanco. En el inicio de la segunda parte, y tras un descanso en el que, seguro que recibió la confianza de su entrenador, algo cambió en el juego de Jovic. El serbio recibió un pase dentro del área de Vinícius, devolviendo la pared tras una excelente maniobra que culminaría el brasileño con un remate raso. Varios de sus compañeros felicitarían a Luka, a sabiendas de la confianza que necesita el joven delantero.
Su explosión total llegaría tan solo 10 minutos más tarde. En una jugada de córner en la que Casemiro prolongaba el balón hacía el segundo palo, apareció su ansiada oportunidad. Jovic se lanzaría en plancha con todo para conseguir remachar con la cabeza ese balón suelto, dando el segundo gol a su equipo. En la celebración se pudo ver claramente esa explosión de sentimientos del delantero. Primero, una sonrisa que llenó su cara mientras sus compañeros acudían a felicitarle. Y después, un salto, un grito y una celebración en la que Jovic parecía soltar toda esa rabia acumulada. Luka parecía haberse liberado de esa falta de confianza en sí mismo, parecía haber recobrado esa fe en su mejor juego.
A partir de ahí todo cambiaría en el partido del serbio. Tras su gol se mostraba mucho más tranquilo y relajado. Se le podía ver mucho más participativo en el juego colectivo, ofreciéndose y descargando la posesión del balón a merced de su juego de espaldas a portería. Incluso se le pudo ver desbordando a sus rivales, luchando cada balón aéreo y ganando duelos. Este partido podría marcar un antes y un después en su trayectoria en el Real Madrid. No se sabe durante cuanto tiempo permanecerá lejos de los terrenos de juego Benzema, pero Jovic parece haberse sumado con todo a la lucha que los blancos tendrán para competir todos los títulos.