Karim Rekik se ha ganado a pico y pala la confianza de Lopetegui, para el que últimamente ha sumado muchos puntos
Rekik llegó al Sevilla a última hora del mercado veraniego de 2020. Sin nombre, cartel y con un papel a priori muy secundario. Un holandés llegaba desde Alemania. Casi dos años más tarde, el ex del Hertha es ya una figura importante en el equipo de Nervión, sin acaparar portadas ni llamar la atención en exceso.
La polivalencia como máxima virtud
Rekik fue encontrándose un sitio en el equipo en la segunda mitad de la pasada temporada, sorprendentemente como lateral zurdo. Acuña arrastraba problemas físicos y el nivel de Escudero no era del todo óptimo. Aseado con balón y aportando defensivamente, se podría decir que pese a la inversión por Augustinsson es tanto el segundo lateral como el tercer central. Lo que significa que, pese a no estar casi nunca en las quinielas, acabará con muchos minutos jugados a final de año. Actualmente, se encuentra en el onceavo puesto en el ránking de los más usados por el entrenador.
El holandés transmite buen rollo en el vestuario, conoce su rol, cumple cuando le toca y no alza la voz cuando no. En Nervión se le han visto comparaciones con Dragutinovic, un jugador que, además de compartir posición y versatilidad con Rekik, se hizo con el cariño sevillista a base de trabajo, como va de camino Karim. En el partido liguero de esta noche ante el Elche de nuevo cuenta con muchas posibilidades de ser de la partida. Las lesiones de Navas y Montiel pueden desplazar a Koundé a la banda, quedando un puesto de central para él.
Así respondía al ser preguntado por su papel hace unas semanas: “Lo acepto y lo doy todo. Hay dos o tres jugadores top para cada posición, la competencia interna es brutal”. Su caso puede parecer similar al de Gudelj, quién siquiera estaba en la lista Champions pero que en las últimas fechas, dadas las circunstancias, ha gozado de minutos respondiendo con un buen nivel.