El prometedor futbolista del RCD Espanyol vuelve a romperse el ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda
La mala suerte parece haberse obcecado con Gori, el joven centrocampista del Espanyol. Ya en el curso pasado se lesionó de gravedad en un partido ante el Tarazona. El ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda dijo basta cuando estaba llamando con fuerza a la puerta del primer equipo, con el que ya debutó en la primera jornada ante Osasuna. Esta lesión le tuvo en el dique seco durante varios meses, aunque ya con su recuperación, los pericos contaban con el joven de cara a la pretemporada. Sin embargo, antes de jugar el primer partido de pretemporada ante el Montpellier, llegaba la peor de las noticias posibles para el joven mediocampista.
El club blanquiazul anunciaba después del último entrenamiento previo la mala fortuna del futbolista. Las pruebas verificaron que el jugador sufría, de nuevo, una rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda. Al parecer, se trata de una recaída de la antigua lesión. Una recaída bastante común en los futbolistas que sufren esta lesión, aunque existe una tendencia a tener lesiones en la rodilla sana tras recuperarse. Ahora Gori tendrá que pasar de nuevo por quirófano, y por el calvario de la recuperación que se puede alargar por un periodo de entre los 6 y los 8 meses.
Con tan solo 20 años, el centrocampista estaba llamado a ser una de las perlas de los pericos en esta campaña. Y es que Gori viene siendo una de las jóvenes promesas de la cantera durante los últimos llamados. La confianza del club en el joven es total, pues consideran que puede ser el centrocampista de perfil creativo que marque la siguiente década en el club. Sin embargo, dos lesiones graves de rodilla a tan pronta edad pueden terminar por frenar la progresión del jugador. La única parte positiva, es que Gori ya conoce lo dura que puede ser esta recuperación. Lo negativo es que tendrá que arrancar desde la casilla de salida de nuevo.