La selección, pese a la clasificación para la Final Four de la Nations League, no convence a nadie en el parón previo a Qatar
España consiguió ayer sellar su pase para la Final Four de la UEFA Nations League. Lo hizo por segunda edición consecutiva, y para más inri en casa de Portugal, un auténtico equipazo. La euforia ha sustituido al nerviosismo, y ya llueve menos por Las Rozas. Sin embargo, la selección no convence ni a críticos ni a afines. La lista de Luis Enrique era hace unas horas el menor de los problemas, quién se lo iba a decir al asturiano. El juego preocupaba y Suiza hacía temblar los cimientos de ‘La Roja‘. A 53 días del Mundial, las dudas se instalan en el combinado nacional.
El plan de juego en entredicho
“Probablemente haya sido la peor primera parte desde que soy seleccionador”, señaló Luis Enrique tras la derrota española frente a Suiza. Los nuestros, carentes de profundidad y verticalidad, no remataron ni una vez puerta durante la primera mitad. El partido en Braga, salvo el segundo tiempo, fue un calco de lo visto en Zaragoza. Solo Unai Simón sostuvo a la selección con sus paradas. Ahora mismo, todo parece pasar por el acierto del cancerbero del Athletic, con el riesgo que ello conlleva.
La defensa es para echarse a temblar. Los fallos de Azpilicueta y Eric García costaron dos goles contra los suizos. Ayer, ninguno se sentó en el banquillo. Sin ellos, nada cambió. Cristiano y compañía creaban peligro en cada ataque, y la sensación de fragilidad acompaña al combinado nacional allá a donde va.
El centro del campo, nuestra mejor línea, tampoco ha estado fino. Busquets, Pedri y Gavi andaron faltos de creatividad frente al combinado helvético, y sin ellos, España se atasca. Sin embargo, frente a Portugal su salida reactivó al equipo. El tridente del Barcelona marcó el camino de la victoria. Un mal día lo tiene cualquiera.
Arriba, luces y sombras a partes iguales. Morata ha devuelto la confianza a Luis Enrique a base de goles y trabajo, es el faro. Nico Williams y Yeremy ilusionan, mientras Ferran Torres y Sarabia han dejado mucho que desear, sobre todo el primero. Asensio sigue llamando con fuerza a la puerta del Mundial, y Borja Iglesias estuvo bien el día de su debut.
Nico, directo a Qatar
Nico Williams se ha ganado una plaza para el Mundial. Su rendimiento ha sido excelente, y como colofón, regaló el gol a Morata en Braga. Él y Pino, a base de actitud, revitalizaron a España por banda y se sacaron medio billete a Qatar. Todo sea dicho, paciencia con ellos. Su juventud invita al optimismo, sobre todo de cara al futuro, pero no puede caer sobre sus hombros todo el peligro ofensivo de la selección. El paso adelante de algunos es más que necesario.
Confianza total en Luis Enrique
Luis Enrique, si algo se ha ganado, es que confiemos en él. Dos Final Four de la Nations League y una semifinal de Eurocopa bien lo valen. Su método, le pese a quien le pese, funciona. España, vacía de las estrellas de antaño, compite siempre y lo hace hasta el final. La lista, sin duda, será polémica. No ha habido una que no lo fuera. Pero con el asturiano al mando, hay razones para creer. Al fin y al cabo, vencer sin convencer también vale.
